Representación de una célula animal en medio del proceso de división. Foto: PULL

Un estudio ayuda a entender mejor el proceso de interacción celular

Ciencias

El doctor Marco Alfonzo Méndez explicó el pasado viernes, 10 de marzo, en el seminario Growth factor and cell adhesion receptors crosstalk by clathrin lattices, celebrado en el Instituto de Tecnologías Biomédicas de la ULL, los resultados de la investigación sobre receptores de las células, realizado en conjunto con Kem Sochacki, Marie-Paule Strub y Justin Taraska. El descubrimiento sobre la implicación de las láminas de clatrina en el proceso de comunicación celular supone un avance para entender mejor la forma en que las células interactúan entre sí.

«Desde que comencé con la investigación me ha apasionado entender cómo las células se comunican», comentó Méndez explicando que esta es una pregunta bastante compleja de resolver que lo llevó a abordarla desde distintas perspectivas. Una de estas fue mediante el estudio del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR) presente en la superficie de la célula, la unidad básica de los seres vivos. Este receptor está implicado en mecanismos de crecimiento celular, pero también en el desarrollo de distintos tipos de cáncer, por lo que es un foco de estudio para la medicina.

La complejidad de la envoltura de la célula


El doctor también resaltó la importancia de considerar a las proteínas presentes en la superficie celular, tomando en cuenta que estas coexisten y se encuentran en un constante proceso de comunicación entre ellas y con lo que hay fuera de la propia célula. De esta forma, en la investigación se analizó la manera en que interactúa el EGFR y una proteína conocida como β5- integrina. Se sabe bien que ambos se relacionan entre sí, pero se desconoce con exactitud el cómo de este proceso.

El doctor Méndez señaló que es una proteína muy relevante para la fisiología celular debido a que se encarga de transmitir señales en ambas direcciones, tanto dentro como fuera de la célula, teniendo un papel en el control de la rigidez celular, así como también su crecimiento y movimiento. Su alteración puede, al igual que el EGFR, originar distintos tipos de cáncer y metástasis.

Las alteraciones en el EGFR son causantes de distintos tipos de cáncer, como el de mama o de pulmón. Foto: PULL

Un avance para combatir las células cancerígenas


Mediante experimentos con células modificadas genéticamente se encontró que las estructuras de clatrina aumentaron su tamaño cuando fueron tratadas con EGFR. Lo mismo ocurrió con la integrina. «Hasta el momento, nadie había logrado encontrar una relación, por lo que esto fue muy intrigante para nosotros», afirmó el científico.

Estos experimentos revelaron que las placas de clatrina funcionan como nuevos puntos de adhesión que se encuentran presentes en la membrana de la célula. Esta sería la primera vez que se logra demostrar de manera experimental, pero las conclusiones del estudio tienen implicaciones importantes en la medicina. Si bien todavía se requieren más pruebas, esto puede ser un nuevo avance para combatir las células cancerígenas que presentan resistencia a la quimioterapia, subrayó el doctor Méndez.

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