«Hay que hacer un esfuerzo económico para que haya gente joven que siga apostando por la ciencia en Canarias»
Cecilio Hernández está dejando huella en la Universidad de La Laguna. A lo largo de su carrera ha participado en catorce proyectos de investigación y es miembro fundador del Instituto Universitario de Materiales y Nanotecnología de la ULL. Asimismo, es uno de los pioneros en la creación de grupos experimentales de Física en todo el Archipiélago canario. Además, lleva casi una década de servicio como secretario y decano de la Facultad de Física, además de desempeñar el cargo de vicedecano de la sección de Física en la Facultad de Ciencias.
Su labor ha sido clave para consolidar la presencia de la Física como disciplina independiente dentro de la Universidad y para sentar las bases de una comunidad científica que hoy cuenta con reconocimiento nacional e internacional.
Sobre su labor investigadora, el experimentado docente apunta que «me costó publicar pero fui de los primeros que dirigió una tesis doctoral». Por otro lado destaca lo importante que fue para él quedarse en Tenerife a trabajar y no marcharse a grupos consolidados del extranjero.
«Estar activo es lo más importante»
Su interés por la física surgió de manera natural en su juventud, en un momento en que no había Facultad, sino que la disciplina formaba parte de la sección de Química. Eligió el camino que en ese momento le gustaba, movido por su pasión por las matemáticas, aunque «ya intuía que la física podía tener más aplicaciones en la sociedad», explicó.
En cuanto a sus inicios, señala que «empecé colaborando con Ricardo Guerrero en el estudio de células fotovoltaicas intentando mejorar la muestra espectral de las células». En la actualidad, ultima contactos para colaborar con una empresa alemana que tiene el récord de eficiencia en células tipo fix.
Sus publicaciones han sido muy variadas y «la última siempre es la que más se destaca», afirma. En este sentido, subraya que «estar activo es lo más importante».
Según relata, «lo que más me atraía era observar cómo la materia respondía ante la luz que recibía», despertando en él un interés profundo por las propiedades físicas de los materiales. Esta curiosidad científica fue el motor que lo llevó a especializarse en este campo.