Promover la igualdad en el habla y ofrecer herramientas lingüísticas para evitar la discriminación son algunas de las metas que Noelia Guerra Fumero persigue con la realización de su Trabajo de Fin de Máster (TFM). Dirigido por la profesora del Grado en Periodismo María Sonnia Chinea Rodríguez, actualmente se encuentra en proceso de matización para una futura publicación. El objetivo último es el de establecer una guía de lenguaje inclusivo con perspectiva de género para la Universidad de La Laguna. Aunque lo ideal, dice Guerra Fumero, sería aunar una a nivel nacional para las universidades del país.
Graduada en Periodismo por la ULL en 2020, hizo el Máster en Innovación Comunicativa en las Organizaciones a través de la misma institución en el curso 2020-21. Cuando se planteó la temática de su TFM, quiso crear una guía de lenguaje inclusivo para la Universidad, aunque su labor tomó un giro inesperado cuando descubrió que ya existía una.
Esta fue elaborada por Manuel Almeida Suárez en 2016, bajo el título de El sexismo en el lenguaje. Guía para una práctica no sexista de la lengua, pero no se encontraba abierta a la comunidad universitaria para su uso y consulta.
Necesidad de actualización ante la naturaleza cambiante de la comunicación
De este modo, su investigación tomó diversas vertientes. Por un lado, estudiar la guía actual de Almeida Suárez y averiguar por qué su acceso está limitado, aunque este segundo aspecto no logró una respuesta clara. Es por ello que Guerra Fumero invita a que, cuando se publique su TFM, «cada persona saque las conclusiones que considere oportunas» a partir de la información recabada.
Por otro lado, también se volcó en la elaboración de un nuevo manual de normas para suplir las carencias que detectó en el precedente, puesto que le «falta actualización» porque «el lenguaje evoluciona a medida que lo hace la sociedad», según explica Guerra Fumero.
Algunas de ellas tienen que ver con el uso de los morfemas -e y -x, los cuales, aunque no se encuentran oficialmente reconocidos, «están en auge y los utilizan diversos colectivos, como las personas no binarias, para sentirse identificados». Y es que Guerra Fumero incide en que una parte de la comunidad universitaria, y también de la sociedad en general, no se siente incluida dentro del lenguaje común.
No obstante, aclara que «una de las excusas que pone la población para no hacer uso del lenguaje inclusivo es que no sabe cuáles pueden ser las herramientas para no discriminar a la hora de hablar y escribir. Es más fácil de lo que parece, pero hay que poner a su disposición unas herramientas que puedan consultar».
Una metodología de investigación mixta
Para elaborar su TFM, utilizó un método de investigación tanto cualitativo como cuantitativo. Consultó documentos archivados por el Gobierno de Canarias, en concreto por el Instituto Canario de Igualdad, en los que halló guías de lenguaje ya publicadas y más actualizadas que pudo comparar con el manual de Almeida Suárez.
Además, Guerra Fumero realizó una serie de entrevistas personales que «no estaban previstas en un principio, pero a las que vimos necesario recurrir durante el desarrollo de la investigación». Entre ellas, se encuentra la que concertó con Kika Fumero, directora del Instituto Canario de Igualdad. También, con las personas que ocuparon la dirección de la Unidad de Género desde 2016 hasta la actualidad, así como la rectora de la ULL, Rosa Aguilar, y el propio autor de la guía con la que cuenta hoy la Institución, Manuel Almeida Suárez.
Aunque no se puede adelantar el contenido de su trabajo para que sea publicable, Guerra Fumero sí comenta que Kika Fumero hace bastante hincapié en el uso del morfema -e, a pesar de que no cree que vaya a normalizarse en un futuro, y prefiere optar por otro tipo de mecanismos para utilizar un lenguaje inclusivo. «Pero yo, personalmente, creo que puede ser una buena herramienta hasta que se encuentre otra con la que incluir al género no binario», concluye Guerra Fumero.