El uso excesivo del móvil, unido a la poca durabilidad de sus baterías, nos obliga cada día a portar el cargador del mismo allá donde vamos. Sin embargo, este accesorio parece tener los días contados. Investigadores del grupo de Electromagnetismo del Departamento de Física de la Universidad Autónoma de Barcelona han diseñado un sistema de transferencia de energía eléctrica, que permite cargar los teléfonos móviles sin estar conectado físicamente a una fuente de alimentación eléctrica.
El mecanismo que se encuentra en fase experimental, está formado por una corona de metamateriales que combinan capas de compuestos ferromagnéticos, como los imanes, y de materiales conductores, como el cobre. La fusión de ambos permite la transferencia de energía a distancia con una eficiencia hasta 35 veces superior, pudiendo incrementarse en el futuro, según las condiciones y el perfeccionamiento del diseño.
En la actualidad, existen sistemas de carga inalámbrica de última generación, como son los Qi, de la compañía Wireless Power Consortium, o los WhatUpp de la empresa Energous, pero todos funcionan por método de inducción. Este consiste en colocar el móvil sobre una base, la cual está conectada a la red eléctrica. Ello genera un campo magnético que permite la carga del dispositivo. El inconveniente incide en que ambos elementos están unidos y si se separan, no funcionan.
La investigación, publicada esta semana en la revista Advances Materials, ha contado con la colaboración de científicos de ICREA Academia y del Instituto de Óptica e Información Cuántica de la Academia Austriaca de Ciencias en Innsbruck (Austria).
El proyecto ha sido financiado por la Generalitat de Cataluña, por FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) y el Ministerio de Economía y Competitividad, y ha despertado el interés de varias empresas que pretenden hacerse con este nuevo mecanismo tecnológico, que pondría punto y final al cargador convencional.