Colegio La Salle La Laguna, lugar donde se celebrará la décima edición de Noche de Estrellas. Foto: PULL

La Salle La Laguna acoge la ‘Noche de estrellas’ con el apoyo de CienciaULL

Ciencias

«Detrás de este proyecto hay mucha gente y profesores que lo han convertido en una realidad»

Noche de Estrellas es un proyecto donde el colegio La Salle La Laguna junto a otras iniciativas como CienciaULL, abre las puertas a las familias y a quienes quieran asistir una tarde al año a los diferentes espacios que habilitan e integran actividades como experimentos, talleres y exposiciones relacionadas con la ciencia y otros ámbitos.

Todo nació cuando un padre del colegio le propuso abrir las puertas una noche para poder ver las estrellas a través de un telescopio. El profesor y coordinador de Secundaria, Oscar Wangüemert, no dudó en decir que sí, y bajo esa premisa se preguntó qué podían hacer el resto de visitantes mientras esperaban a mirar por la gran lupa.

«El evento empezó casi como una conversación de café», señala el docente. En la primera edición únicamente creían que únicamente iban a asistir entre 30 o 40 personas, pero acabaron llegando hasta 400 visitantes. Dado que en dicha edición los profesores implicados eran del departamento de ciencia, todos los talleres iban relacionados con biología, matemáticas, física, tecnología, química… Luego empezaron a recibir interés por parte del resto del profesorado del centro, generando nuevas ofertas de talleres con el fin de abarcar todos los aspectos que le atraen al alumnado.

«El evento empezó casi como una conversación de café»


La acogida siempre ha sido muy buena aunque para la nueva edición existe algo de miedo escénico debido a los dos años que llevan haciéndola online. Wangüemert matiza que «hemos sido más modestos y no hemos querido que la gente se fuese con un mal sabor de boca». Aun así,  habrá más de treinta talleres. El coordinador asegura que «realmente no lo hacemos por números ni por dinero, lo hacemos por la ilusión que vemos en quienes participan».

En relación a las participaciones, no solo llevan a cabo talleres. «En diez años que llevamos realizando el evento, han participado más de 40 entidades diferentes entre colegios, institutos e instituciones» aclara el profesor lasaliano. Para Wangüemert, el secreto de haber creado una comunidad ha sido la pasión de ver a jóvenes haciendo cosas que les gusta con una ilusión abrumadora: «yo creo que la magia está ahí».

Puede ser complicado seguir incentivando al estudiantado para que continúe participando. Wangüemert tiene claro que se hace más sencillo gracias a la ilusión que ponen al preparar y realizar los talleres. Además afirma que «van entrando generaciones y es obvio que abarca todas las edades, es decir, lo pequeños de infantil o primaria que no realizan talleres como tal, se ilusionan pensando en que algún día estarán dónde están los grandes». Pero el docente apunta que «al alumnado le motiva ver que en otros colegios o institutos hay personas de su edad que les gustan las mismas cosas».

Óscar Wangüemert, profesor y coordinador de Secundaria del colegio La Salle La Laguna. Foto: P. Platas

La importancia del alumnado en esta actividad es fundamental. Al igual que cada maestro que se encuentra detrás de algún taller también es importante. Aunque no sean la primera línea del taller, sí que están detrás para que todo funcione. Afirma Wangüemert que «también son los protagonistas para que esto sea una realidad».

Para el coordinador es fundamental la divulgación a través de las personas jóvenes. «Vivimos en un mundo tecnificado y ahora mismo la sociedad demanda profesionales de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas», así corrobora Wangüemert. Por otro lado, no hay que despreciar ningún ámbito donde el estudiantado se sienta importante. El docente sostiene que «actualmente hay que remarcar el papel de la mujer en la ciencia que muchas veces se ha visto oculto en un segundo plano».

Por otro lado, deja claro que para él es muy importante la divulgación. Hace hincapié en que muchas veces transmiten que con poco esfuerzo pueden lograr cosas. Aprender del método científico, a experimentar, saber que puedes cometer errores, así como aprender de tus fallos, es lo que en realidad aporta la ciencia a cada persona. El organizador reafirma en que «es cierto que la facilidad que nos aportan las nuevas tecnologías ha fomentado que nos olvidemos de cómo resolver ciertos problemas, por eso considero que algo fundamental es la curiosidad de resolver problemas».

«Todo nuestro esfuerzo se resume en el lema de Proyde»


En tiempos de coronavirus se plantearon qué hacer para mantener esa llama encendida dentro de cada una de las personas que formaban parte del evento. «Fue gracias a que la gente grabó vídeos en las casas y en las clases y poco a poco se fueron recopilando esos vídeos hasta formar el apartado online», subraya el profesor. Cabe destacar que se realizaron dos ediciones, la octava y la novena, mediante plataformas online. Actualmente se pueden seguir disfrutando esos talleres en el canal oficial de YouTube del colegio.

Proyde, una ONG del colegio, es uno de los motores que impulsa el evento y es muy especial para el colegio porque le da protagonismo al estudiantado al ser ellos quienes acaban haciendo las labores. Existen muchas actividades como la fabricación de juguetes con materiales reciclados, la plantación de frutas y verduras en el huerto escolar o la conservación de la mariposa monarca, entre otras actividades. «Todo nuestro esfuerzo se resume en el lema de Proyde: gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, en lugares pequeños, puede cambiar el mundo», afirma el docente.

Este año podremos encontrar una cosa común a todas las ediciones pasadas. Desde la organización quieren que nada más entrar por la puerta del colegio la gente se quede impresionado y que cuando te vayas no te quedes con la sensación de que fue lo mismo que el año anterior. «Lo más gratificante es que siga existiendo», concluye Wangüemert.

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