Carmen Lucía Rodríguez junto a sus pinturas en la exposición 'Sigo Siendo Yo'. Foto: Y. Herrera

«La investigación salva vidas»

Sociedad

«Una quimio más es una quimio menos»

Esto es lo que se decía a sí misma día tras día Carmen Lucía Rodríguez porque para ella pensar: «Una quimio más, es una quimio menos» era la única manera de sobrellevar que, con 44 años, tenía cáncer de mama del tipo 3. Un bulto de cuatro centímetros «totalmente inesperado porque no tenía antecedentes familiares, no fumo, no bebo, me cuido mucho, pero me tocó». Rodríguez cuenta que cuando le llegó el diagnóstico su mundo se derrumbó: «Tenemos la palabra cáncer asociada a muerte. Entonces yo ya pensaba que me moría».

A pesar de que seis meses antes se había realizado una mamografía en la que no se mostraba nada, gracias a su hijo pudo detectarse en su pecho un abultamiento que no era normal. «Me apretó el pecho y me dolió. Me toqué y ya tenía un bulto», asegura mientras expresa que enseguida acudió a su ginecólogo, quien confirmó el diagnóstico: «Yo no me había notado nada pero mi cáncer iba muy rápido». Tras esto, lo primero que hizo fue acudir a la Asociación de Cáncer de Mama de Tenerife (Ámate) para buscar apoyo. «Allí recibes todo tipo de ayudas y vas viendo luz al final del túnel. Vas viendo poco a poco que sí, que vas a salir de esta», confiesa.

«Te cambia la perspectiva de la vida»


El proceso desde que le dan la noticia hasta que lo supera «te cambia la perspectiva de la vida». Cuando ya es examinada, comenta que le explican el procedimiento y la terapia porque «todos los tratamientos son especializados». En total, Rodríguez estuvo un año y medio con el tratamiento: «En principio fueron 16 sesiones de quimioterapia, después vino la operación quirúrgica y la radioterapia». A día de hoy, ya tiene el alta médica y ha vuelto al trabajo, sin embargo, relata que es consciente de que no tiene un tiempo infinito. «Aprovechas más el momento. Piensas más en ti. Yo antes no pensaba en mí», sostiene.

Rodriguez define a su antiguo yo cómo una madre que priorizaba la casa, los niños, el marido o el trabajo y todo lo hacía corriendo de un lado a otro. «Ahora he echado el freno. Me tomo tiempo para mí. Siempre piensas en los demás, sobre todo las mujeres porque nos educan en eso, en cuidar y nos olvidamos de cuidarnos a nosotras», asegura mientras afirma que su hobby siempre ha sido pintar: «He pintado desde muy pequeña. Era mi vía de escape pero ya no tenía tiempo».

«No me reconocía ni a mí misma en el espejo. Fue todo un proceso de adaptación»


Cuando comenzó con la quimio, Rodríguez podía estar cinco horas sentada en un sillón, así que decidió retomar esta actividad. «Me llevaba mis cascos y mis lápices. Y me ponía a pintar», comenta. Es por ello que sus obras simbolizan el desarrollo de la enfermedad y el proceso, desde las sesiones del tratamiento hasta sus sentimientos. «No me reconocía ni a mí misma en el espejo. Fue todo un proceso de adaptación», admite.

Para ella, las personas que ahora sufren la enfermedad no deben preguntarse el por qué les ocurre esto, sino el para qué, y sobre todo qué van a sacar de lo vivido. Además, expone lo aprendido durante estos años: «Me ha servido para darme cuenta de que me tengo que cuidar más a mí misma y hacer las cosas que a mí me gustan». En este sentido, agrega que en una sesión decidió enseñarle a su psicóloga las pinturas que realizaba para desahogarse. «Me dijo que con eso podíamos hacer algo, enseñárselo a las compañeras, dar visibilidad, enseñar que se puede salir. Y así fue cómo surgió la idea de la exposición Sigo Siendo Yo», revela.

Los cortes en sanidad y la pandemia de la Covid-19 han perjudicado a las pacientes con cáncer de mama. Rodríguez relata que «se ha demostrado con estadísticas que el próximo año habrá un aumento del número de personas con cáncer». Por ello, con sus creaciones pide más investigación. «Es lo único que salva vidas. Un lazo rosa no te salva la vida. Te salva la investigación y la medicina», subraya.

«Aprender a hacerse el reconocimiento es muy importante porque te puedes detectar el bulto»


Rodríguez lanza un mensaje para todas las mujeres: «Primero, que se hagan las revisiones médicas, que vayan al ginecólogo. También «que se hagan los tactos porque el reconocimiento en el pecho te lo puedes hacer tú misma en casa una vez al mes», ya que «aprender a hacerse el reconocimiento es muy importante porque te puedes detectar el bulto a tiempo».

Y para todas las mujeres que estén pasando por un cáncer de mama: «Ir paso a paso. No comparar tu cáncer con el de ninguna compañera porque todos son diferentes. Hay esperanza y es muy duro, pero se puede superar». Por último, incide en la importancia del apoyo familiar porque «si tu familia no está ahí apoyando el proceso se hace más complicado» y en la educación. «El cáncer debe dejar de de ser un tabú. La gente no quiere ni decir la palabra y te miran como un bicho raro, pero es que esto le puede pasar a cualquiera», concluye.

Estudiante de tercero de Periodismo en la ULL. Amante de la investigación y los sucesos. "Para escribir solo hay que tener algo que decir" ;)

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