Un nuevo debate abre nuevas fronteras ante la concepción. Foto: PULL
Un nuevo debate abre fronteras ante otras opciones en la concepción. Foto: PULL

La deconstrucción del prospecto

Opinión

El 7 de octubre de 1978 se despenalizó el consumo de la pastilla anticonceptiva en España. La lucha social y sufragista, de aquel entonces, vio la luz tras una etapa envuelta por un país adoctrinado en creencias religiosas. Ese día las mujeres salieron a la calle con la esperanza y certeza de haber alcanzado un nuevo logro en la lucha por sus derechos. La celebración alrededor de un fármaco que aclamaba libertad.

Sin embargo, la que hace unos años era una cuestión de planificación en vista del empoderamiento femenino, se ha convertido un siglo más tarde en una reivindicación para frenar la que se considera medicalización del cuerpo. La evolución del ideario y valores feministas desde la fecha de su legalización ha avanzado de la mano de una nueva era envuelta en información.

Los efectos secundarios de un prospecto interminable son algunas de las causas que explican el creciente sentimiento de duda para su uso, así como la indignación por el desconocimiento o la desinformación. En la actualidad resalta por su ausencia la figura del especialista, y esta, por desgracia, se reencarna en vídeos de YouTube, redes sociales y foros de Internet. Como consecuencia, aumenta la mitología o, en algunos casos, el sentimiento de rechazo.

«La píldora te calma dolores y, además, previene un posible embarazo»

La revelación de datos hasta ahora desconocidos para las consumidoras provocó el nacimiento de nuevas perspectivas y dudas. Algunas mujeres comenzaron a darse cuenta de que no estaban consumiendo la píldora como un escudo a la concepción no deseada. Sino que en su momento se les recetó como una cura universal a cualquier problema que tuviesen, tales como al acné o el síndrome del ovario poliquístico (SOP).

Según una encuesta efectuada por la Sociedad Española de Contracepción (SEC) en 2022, un 54,5 % de las mujeres está sujeta al consumo de un método anticonceptivo hormonal por cuestiones relacionadas con la comodidad. Un 38,6 % lo hace por una recomendación médica y solo un 18 % lo relaciona con su eficacia anticonceptiva.

El medicamento, por tanto, extiende su uso a varios ámbitos y deja atrás la anticoncepción como uno de los menos relevantes. Junto con él, especialistas y consumidoras tapan una herida que no ha sido solventada. Una solución fácil y rápida. La píldora te calma dolores y, además, previene un posible embarazo.

Si lo pensamos así, excepto por los cambios de humor, el aumento de peso, el riesgo de cáncer de mama, la disminución de la libido o la ausencia de protección contra las infecciones y enfermedades de transmisión sexual, todo son ventajas.

 

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