‘Empty Spaces’, el norte peninsular desde una perspectiva fotográfica

Cultura / Ocio

La Sección de Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Laguna acoge hasta el lunes 24 de julio la exposición fotográfica Empty Spaces, del fotógrafo, diseñador gráfico y docente, Alejandro Alberto. Las fotos que se exhiben en la entrada de Medicina son una oda a los espacios vacíos. Un recorrido fragmentado en pequeñas imágenes detenidas en un tiempo pasado al que el artista quiere volver.

La exposición fue organizada y montada por, Francisco Trujillo, técnico especialista en imagen y encargado del área de cultura. Además, también existe otra muestra situada, en la sala Miguel Girao, ubicada en el decanato de la Facultad, se puede disfrutar de una selección de obras pictóricas abstractas.

Alejandro Alberto, el artista detrás de la exposición, comenta que la idea de esta exhibición fotográfica surgió a raíz de un viaje que hizo al norte de España. Explica que las ciudades por muy pobladas que sean siempre ofrecen rincones vacíos donde las personas pueden estar con su soledad, en relación con esta idea, Gómez comenta que «resulta tremendamente común en la sociedad actual estar rodeado de gente pero sentirse  solo».

El docente revela que muchas fotos interesantes que sacó se quedaron fuera de esta colección porque no terminaban de encajar en el conjunto de la obra. Gómez prefiere buscar una armonía grupal fotográfica ante las imágenes individuales.

Trujillo explica que su estrategia para dar a conocer las exhibiciones al alumnado de la Facultad es preparar su propia comunicación por curso mediante el profesorado y los distintos foros. El docente quiere impactar en la agenda del alumnado para que conozcan los eventos culturales que se realizan en la universidad. «Con esta iniciativa se quiere incentivar el contacto del estudiantado con otras disciplinas fuera del campo de la Medicina», afirma.

En cuanto a la frecuencia de las exposiciones en el hall y en la sala docente, Trujillo asegura que depende de la disponibilidad, pero que suelen ser una media de dos exposiciones por curso en la sala principal y otras tres exposiciones en la sala Miguel Girao. «Estamos en el circuito expositivo del patrimonio universitario y en su propia agenda para que nos deriven exposiciones que suelen estar circulando por las facultades», añade.

La elección de trabajos a exponer no cierra la oportunidad a gente experimentada en el sector artístico, pero quieren promover a personas con talento e interés que no estén consolidadas . «A través del servicio de patrimonio llegan retrospectivas y exposiciones de artistas potentes al mismo tiempo que, otras menos reconocidas, siempre se aceptarán obras amateur sí se nota cierto talento e interés por mostrar lo que saben hacer», explica.

Trujillo reconoce que hay mucho margen de mejora en los espacios destinados a las exposiciones, pero asegura que quiere mejorar y que ese es el horizonte al que quiere dirigirse, aunque, el espacio que hay es el que es y la facultad no ayuda con sus carencias estructurales.

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