Pasar del mar a la montaña nunca fue tan fácil. Tampoco se entreteje el azul y el verde, que dan lugar al más valioso amarillo de Canarias, con tanta inmensidad en otro lugar del Archipiélago. Explorar cada rincón como si ante una obra de arte se estuviera, observar el atardecer más bravo a 2426 metros de altura en el Roque de los Muchachos, sucumbir una y otra vez a los encantos de La Palma. Isla Bonita, preciada y adorada.

Ricardo Marante: «La música es imprescindible cuando hablamos de Semana Santa»
El historiador e integrante de la banda de San Miguel de Santa Cruz de La Palma