La comediante presentó su monólogo en el Paraninfo de la ULL. Foto: J. Expósito

«Hay que saber reinventarse para poder vivir del teatro en Canarias»

Cultura / Ocio

Omayra Cazorla es una monologuista nacida en Gran Canaria que desde muy pronto supo que su destino se iba a desarrollar en el teatro. Estudió arte dramático y en segundo año de carrera comenzó a hacer monólogos en las calles. «En las Islas los castings son muy limitados y yo no tengo el perfil de princesa, de mujer sexy o rollo de la primera dama. Empecé a hacer monólogos en bares y funcionó», afirma Cazorla, quien una vez terminada la carrera comenzó a crear contenido para las redes sociales. 

La comediante ha trascendido a lo largo de su trayectoria y se ha adaptado a las nuevas plataformas que han surgido en el camino. De Facebook pasó a Instagram y por último comenzó a crear contenido para TikTok. «Mi fin no son las redes sociales, estas son solo un medio para que la gente sepa que existe una monologuista, de Las Palmas de Gran Canaria y que está haciendo Stand Up», aclara la humorista. Los videos publicados por la canaria han permitido su crecimiento como artista, sin embargo, sabe que no es su meta. «Ojalá ser quien soy sin redes, pero las utilizo porque se que es la mejor forma que hay en la actualidad para darme a conocer. En mi caso no quiero vivir ahí» confiesa. 

El público de la artista es variado y cambia en todos los ámbitos en los que se desarrolla, esta es la razón por la que aconseja que quienes asistan a sus espectáculos en vivo sean mayores de edad. «En redes tienes que tener más cuidado, ir con pie de plomo. Te censuran por lo que dices. En mis directos yo soy mucho más salvaje. Lo que se aprecia en los videos es un humor más blanco.  Se debe ser precavido con lo que cuentas y sobre todo cómo lo cuentas», señala Cazorla, quien también aprovecha la oportunidad para comentar la temática de su show ‘Yo también fui hetero’, el cual está inspirado en sus vivencias antes de sentirse identificada como homosexual.

«Fue la supervivencia y mi mujer quienes me dieron el impulso que necesitaba»


La creación del personaje con el que la comediante se presenta a la audiencia no fue planificada ni tiene ninguna estrategia detrás. «Fue la supervivencia y mi mujer quienes me dieron el impulso que necesitaba», comenta la monologuista. Cazorla tiene claro que su pareja ha sido un pilar irremplazable en su recorrido: «Gracias a ella estoy hoy aquí. Llevamos casadas cinco años y ha sido mi apoyo fundamental. Nuestro proyecto es ser feliz». 

La inspiración de Cazorla viene determinada por la espontaneidad del día a día: «A lo mejor voy un dia en el coche hablando con mi mujer, digo alguna patujada y pienso, esto es bueno para meterlo y a partir de ese concepto empiezo a hilar la historia». En el mundo de la comedia el público juega un papel importante y la artista asegura que «los textos siempre están vivos, es la sala  quien define como abordar los puntos que ya están preparados».

Reconoce también que los imprevistos son inevitables cuando interactúas con personas, pero «son situaciones que se entrenan y cuando pasan tu cabeza ya está preparada para abordarlas». Omayra considera que: «son experiencias únicas que hacen fortalecer la confianza del artista sobre las tablas».  

La comediante ha creado personajes que le sirven para expresar de distintas maneras los mensajes que quiere que sean trasmitidos a la audiencia. Posiciona como favorita a la madre canaria, «Me flipa esta madre de pedigree como yo la llamo. La madre canaria de raíz, la que te echa la bronca monumental pero luego no pasa de ahí. También será porque estoy muy conectada con mi abuela y me recuerda a ella», confirma. Además, nombra a Paula y La Yeyi, otros de los personajes que ha creado y de los que disfruta interpretar y reconoce que «las personalidades de estas interpretaciones se van creando poco a poco, no nacen completas».

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