«Si no está vivo, no funciona»
Gonzalo Díaz Yerro es licenciado en Composición por la Universidad de Música y Arte Dramático de Viena y doctor por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Ha compuesto y producido música para óperas, ballets, series de animación, largometrajes, documentales… También dirigió proyectos de coro, ensamble, big band y orquesta en Austria, Alemania, República Checa y España y, desde el 2007, trabaja como profesor en el Conservatorio Superior de Música de Canarias en Gran Canaria.
Yerro afirma que el hecho de irse a estudiar fuera suponía, no solo contar con un gran profesorado, sino también «tener acceso a una tradición músical y cúltural muy potente». Para él, esta oportunidad le permitió escuchar a la Filarmónica de Viena o ir a la ópera, que «como estudiante te costaba dos euros» comenta. Reconoce que haber vivido esta experiencia le permitió «empaparse continuamente de música», ya sea yendo a conciertos, hablando sus amigos sobre ello u organizando eventos culturales.
En cuanto a sus colaboraciones con orquestas como la Bratislava Symphony Orchestra y la Orquesta Ciudad de Praga, asegura que le «enriqueció muchísimo porque todo lo que escribía le tocaba». Además, declara que fue una gran experiencia práctica que retroalimentaba toda la formación y la experiencia que había ido cogiendo como compositor. «En este caso yo trabajaba para artistas orquestando su música», aclara.
El también docente de la ULPGC indica tener trabajo para series animadas como Pocoyo aunque no como músico principal. Sin embargo, para programas infantiles como Cuquín o Cleo & Cuquín sí ha participado mucho más. «El desafío es enorme pues tienes a la audiencia más exigente: la niñez. Tienes que contarle una historia y tiene que entenderla», indica.
A la hora de trabajar con marcas, considera que hay que recordar que también se está tratando con personas. «Es como cualquiera relación de amistad, es una relación de confianza. Hay gente con las que a lo mejor empatizas más en determinadas cosas, por lo que es tan complejo como una relación humana», argumenta. «Hay gente que te da más libertad, en otras ocasiones tienen una visión bastante concreta de lo que quieren y tienes que adecuarte a eso, aportando tu oficio, pero siempre hay cierto margen», sostiene el madrileño.
Del 2016 al 2019 se dio una pausa como docente porque decidió irse con su familia a Viena y trabajar como orquestador. «Ahí eché de menos dar clase», cuenta. Considera que dar clase requiere mucho tiempo pero, por otra parte, «te aporta muchísimo. Así, dice que «al final somos parte de un legado. Hemos recibido unas enseñanzas y de alguna manera es parte de nuestra obligación trasmitirlas a las siguientes generaciones».
«Entre sus trabajos más recientes se encuentra ‘Mi Ilustrísimo Amigo’, una producción canaria-gallega que narra la historia de amor de Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán»
Entre sus trabajos más recientes se encuentra Mi Ilustrísimo Amigo, una producción canaria-gallega de la directora Paula Cons, basada en hechos reales que narra la historia de amor de Benito Pérez Galdós y Emilia Pardo Bazán, que fue seleccionada para el Festival de Cine de Las Palmas de Gran Canaria.
Para el futuro, comenta que se encuentra trabajando en un película de Chedey Reyes que, «además de ser el productor de la película de Galdós, en esta está de director y productor. Se llama La Cosa en la Niebla y no tiene nada que ver. Es una película de terror con un punto gamberro muy divertido». Al mismo tiempo, se está ocupando de la segunda temporada de Cuquín que «es un sprin-off de Warner, que se emite en HBOMax», concluye.