Esther Suárez como directora de un concierto benéfico. Foto: PULL

«Es compatible dedicarte a lo clásico y que te guste el reguetón»

Cultura / Ocio

«En 2013 fundé mi propio coro, Súbito Koral»

Esther Suárez es componente y cofundadora de la agrupación Súbito Koral. Estudió Publicidad y Relaciones Públicas en Sevilla y tiempo más tarde su segunda carrera, Interpretación del Canto en el Conservatorio Superior de Música de Canarias. Sin embargo, su recorrido musical empezó desde pequeña, con apenas cinco años, cuando estudió música por primera vez en un coro preparatorio hasta que llegó al juvenil de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. «Llevo dedicándome profesionalmente a la música desde 2015», afirma.

Sin embargo, no es la única en su familia con esta fascinación, pues su hermana también estudió música y su padre canta en un coro del colegio de médicos. Aunque asegura que «no se dedican a ello en lo profesional». En la actualidad es profesora de canto y lenguaje musical en el proyecto social Barrios Orquestados, donde trabaja en diversas islas: Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife.

«La música clásica es un mundo complicado y muy competitivo»


Suárez confiesa que «la música clásica es un mundo complicado y muy competitivo», puesto que es lo que les enseñan. «Se nos forma para entendernos como competencia y no como profesionales», declara. Aún así, la cantante afirma que esta rama de la música no es tan elitista como puede parecer, «todavía asociamos la ópera como algo asequible para pocas personas, pero hay mucho arte accesible para todo el mundo», comenta. Y asegura: «Desde Súbito Koral intentamos que sea factible para la gente».

A lo largo de su carrera profesional ha participado en innumerables espectáculos, desde musicales y óperas hasta el Temudas Fest, un festival de teatro, música y danza de Las Palmas de Gran Canaria. Además, su trayectoria no se limita a Canarias, puesto que la cantante ha actuado en diversas partes de la Península, Suiza, Reino Unido e Italia.

«Debemos disfrutar de este arte sin tener que decantarnos por un solo estilo»


Aunque puedan parecer mundos opuestos, lo cierto es que «es compatible dedicarte a lo clásico y que te guste el reguetón o los estilos urbanos». En ese sentido, la soprano lo tiene claro: «Los músicos debemos disfrutar la música en sí. No hay que decantarse por un solo estilo. Y nadie es menos profesional por escuchar, por ejemplo, salsa en su tiempo libre».

Súbito Koral en un concierto en la Basílica de Nuestra Señora de la Candelaria. Foto: C. Rupérez

Dentro de Súbito Koral, sus ensayos están divididos por una jefatura de cuerdas o voces. De esta manera, Víctor Ramírez-Acosta, director del coro, se encarga de la sección de contraltos, Suárez de las sopranos y dos compañeros más de los tenores y bajos. En una primera parte, la agrupación canta por separado y, en una segunda mitad, ensaya junta para empastar las voces y pulir detalles. «Actuar con el coro en otras islas o incluso fuera de Canarias es enriquecedor porque conseguimos vernos de manera diferente y apreciar el trabajo que hacemos. Además, que te reconozcan fuera de tu entorno es un placer», asegura.

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