«Duele dejar el lugar donde naciste, pero quiero irme de mi país, Venezuela»

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Delimar Vásquez ha finalizado recientemente su tesis en la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos (UNERG) y está a la espera de obtener el título de Ingeniería Civil. Es originaria de San Juan de los Morros y entre sus pasiones destacan estar con la familia, viajar, las nuevas tecnologías y escuchar música. La UNERG, que se encuentra en el estado de Guárico, Venezuela,  solo presentaba hasta hace 8 años carreras relacionadas con ciencias (Salud, Sociales e ingenierías). A partir de 2010 se empezaron a ofertar grados concernientes con el área de Humanidades, Letras y Artes.

Vásquez afirma que, debido a la situación de crisis que vive el país, la beca que reciben muchos alumnos de 12 000 bolívares al mes ya no sirve para nada. Este dinero es el equivalente a una impresión y es por ello que no cubre ni el 1 % de los gastos que supone estudiar. “El hecho de estudiar lejos de tu casa, pagar alquiler y cubrir todo lo demás, es un esfuerzo que hacemos en general todos los universitarios”, subraya la futura ingeniera. Es por ello que muchos jóvenes se han visto obligados a dejar la carrera: “Ya no pueden mantener su preparación académica, porque la situación económica escasamente les permite comer; otros, al ver que el país no tienen futuro, buscan alternativas, se van a otros países”.

Sin embargo, no solo los estudiantes se han visto obligados a dejar su vida normal, los profesores también están abandonando: «Ya no es rentable practicar la enseñanza y son muchos los que han desistido de esta forma de ganarse la vida. Los que quedan también desean retirarse. Incluso, en varias universidades, se han incorporado varios jubilados para sobrellevar la situación y que los alumnos puedan seguir aprendiendo». Como protesta a esta circunstancia, se realizan paros convocados tanto por docentes como por estudiantes.

Las universidades venezolanas han tenido que modificar sus días lectivos


Las facultades venezolanas ya no imparten sus clases de la manera que antes lo solían hacer. Por ejemplo, la Universidad del Zulia, en Maracaibo, se ha visto obligada a reducir la jornada laboral a tres días semanales y ahora el 50 % de la carrera será presencial y el otro 50 % por medio de recursos virtuales. Sobre esta cuestión, la joven universitaria señala que esto es una situación normal en todos los centros de enseñanza en el país y que se debe a la poca población estudiantil, el mal mantenimiento de los establecimientos o la inseguridad. “En mi universidad algunos profesores cumplen de esa manera: 50 % virtual, 50 % presencial, mientras que otros aún no modifican su forma de trabajo”, asevera.

Cabe destacar también el largo plazo que debe transcurrir para la obtención de los títulos universitarios. Así, Delimar Vásquez tendrá que esperar hasta mayo o junio para obtener su certificado de Ingeniería Civil puesto que el tiempo estimado de espera es de seis meses. ¿Y después? La respuesta no sorprende: «Duele dejar el lugar donde naciste y donde has sido tan feliz, sin embargo buscando una calidad de vida, sí quisiera irme del país”.

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