Durante estas últimas semanas nos hemos acostumbrado al uso de las mascarillas en los lugares públicos y parece ser que seguiremos igual hasta que el Gobierno diga lo contrario. Nos hemos habituado ir por la calle viendo solo los ojos de los viandantes y siendo apenas reconocible por los conocidos. Pero, ¿establecerán también las mascarillas una nueva normalidad en la comunicación de las personas? Esta nueva normalidad ha hecho que tengamos que saber interpretar las emociones de las personas solo a través de sus ojos. Los seres humanos hemos podido conocer el estado de los otros a través de sus expresiones, pero las mascarillas han complicado esta capacidad.
En momentos como este descubrimos todo lo que podíamos sacar de una conversación a través de los gestos de una persona y sin necesidad de palabras. Además, la imposibilidad de ver las sonrisas en el resto de las personas hace que no haya tanta cercanía. Por la calle era habitual saludar sonriendo, incluso a personas que nos conocíamos de nada. Pero ahora apenas podemos percibirlas.
Sin embargo, a pesar de no poder ver toda la cara a nuestro interlocutor, siempre se ha dicho que una mirada vale más que mil palabras. Por lo que mientras los ojos no estén tapados, seguiremos siendo capaces de descifrar las intenciones de las personas aún llevando mascarillas. Aunque hay que reconocer que, en ocasiones, sí limita la comprensión en la conversación. Sin duda, las mascarillas han cambiado nuestra forma de comunicarnos.