En el frenético quehacer cotidiano de los periodistas, y de quienes se dedican a la comunicación, existe una tendencia poco normativa de suprimir los artículos que preceden a los sustantivos. Quizás, la mecánica del trabajo periodístico o la escasa formación lingüística de los profesionales ha alimentado estos continuos errores que empobrecen a la lengua y al periodismo. En la actualidad, se puede afirmar casi rotundamente que los periodistas tienen más influencia que los propios filólogos, en cuestiones de divulgación lingüística. Por ello, debemos adoptar la responsabilidad que esto conlleva y servir como modelo, y no como corrupción de la norma.
Los artículos son palabras que acompañan a los nombres que son conocidos tanto por el hablante como por el oyente. Los artículos son determinantes, es decir, son partes de la oración que acompañan al nombre para concretarlo y limitarlo. La tendencia injustificada de suprimirlos es aún más común con los nombres propios.
Por ello, el titular ‹‹PSOE y Podemos rechazan que vaya al Pleno una resolución del PP en apoyo a Policía y Guardia Civil›› es erróneo, puesto que no se ajusta a la norma establecida por la Academia. Ya que, según la Fundéu, “se escriben asimismo con artículo las siglas de los partidos cuyo nombre comienza por liga, agrupación, partido, frente, movimiento, etc.” Por lo tanto, la forma válida es aquella en la que el artículo “el”, preceda a la palabra “PSOE” y el artículo “la”, preceda a “Policía” y a “Guardia Civil”, sin omitirlos en el texto.
Esta predisposición de omitir los artículos también se detecta a la hora de nombrar palacios o residencias, como por ejemplo sustituir equívocamente ‹‹…en Moncloa›› por ‹‹ …en la Moncloa ››. En los medios canarios, esta mala praxis es reiterada y se manifiesta cuando se utiliza ‹‹…Mesa Mota›› por ‹‹…la Mesa Mota››, y otros muchos casos que avergüenzan esta profesión. Parece que no es solo en Cataluña donde no gustan los artículos.