Más allá de los datos

Opinión

Ya comienzan a terminar las grandes ligas de los deportes, llevándonos esto a un tiempo de análisis, en todos los sentidos. En esta temporada, no hace muchas semanas, LeBron James, uno de los mejores jugadores del mundo y de la historia del baloncesto, decía que España no producía jugadores sin inteligencia, en referencia a su compañero de equipo, el pacense José Calderón. Estas declaraciones tratan de explicar que su compañero, el cual nunca ha destacado en el apartado de las estadísticas, hace un buen trabajo y toma grandes decisiones que el ámbito estadístico no puede medir. Esta declaración me hizo pensar realmente en la importancia de los datos en el deporte, ¿de verdad son tan importantes?

En los últimos años hemos vivido una revolución tecnológica apabullante, un giro que ha afectado a todos los aspectos de la vida y cómo no, al periodismo deportivo. Parece que estos profesionales especialistas en el deporte se centran más en medir cada uno de los apartados que en valorar la aportación que hace cada uno, como la de Calderón para su equipo.

Es innegable que saber si un jugador de tenis tiene un alto porcentaje en su servicio, es de gran interés y puede ser clave para el devenir del partido, pero no creo que con el saque se gane un partido. Lo mismo pasa en el fútbol. El mediocampista alemán del Real Madrid, Toni Kroos, viene siendo en los últimos años uno de los jugadores más fiables a la hora de pasar el balón obteniendo más de un 90% de precisión en sus pases, pero desde que él está en el club, solo ha logrado un título liguero. Esto no es una crítica al jugador, sino una demostración de que está bien aportar datos, pero que queden como una anécdota y no como una explicación de lo sucedido.

Un mál endémico susceptible de cambio


Esta «fiebre» de los datos ha de cambiar. Bien es cierto que ayuda al debate, a ese gran circo en el que se han convertido los programas deportivos que «analizan» las jornadas, pero tenemos que ser conscientes de que el deporte es algo más que ponerte a contar cuántos tiros hace un jugador y sacar conclusiones precipitadas al respecto. Que los periodistas se fijen en las estadísticas me parece una falta de respeto a los que valoramos el deporte como lo que es: una pasión. Una desconsideración de la cual se lucran y presumen, porque «saber de datos es saber de un deporte», y en eso están completamente equivocados.

Este tipo de análisis matemáticos infravaloran el trabajo hecho en el día a día, lo que se trabaja en los entrenamientos e, incluso, después de ellos. Menosprecian una larga carrera para coger la posición, una carrera de LeBron para defender su aro, tira abajo la leyenda de Rafa Nadal y sus portentosas defensas. Fijémonos en el sacrificio que hay detrás de cada deportista, la preparación y el planteamiento que se hace ante un partido y menos en dedicarnos a las cuentas, que para eso están los contables.

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