Proceso de conexión entre humano-equino. Foto: A. Domínguez.

Los equinos como aliados terapéuticos

Sociedad

La terapia con caballos es uno de los métodos terapéuticos con animales más efectivos y beneficiosos para mejorar el estado de salud de las personas discapacitadas. Es un método que también es aplicable a la ansiedad y depresión, entre otras. Su desarrollo moderno comenzó en la década de 1950 en Europa cuando se empezó a utilizar de manera sistemática para tratar a gente con dificultades físicas y neurológicas. Sin embargo, ha tenido mayor auge en el siglo XXI. Este tipo de alternativa alberga un gran abanico de posibilidades y los resultados positivos se reflejan en numerosos estudios a lo largo de todo el Mundo.

Alejandro Muñoz es uno de los pioneros en España en el ámbito de este tipo de métodos y fundador de la Federación Española de Terapia Ecuestre. Empezó a formarse en las terapias con delfines y trabajó con Jose Luis Barbero, prestigioso entrenador y director técnico de Marineland Mallorca.

«Antes para ser equinoterapeuta tenías que irte de España»


Poco después se dio cuenta de que era una justificación social de por qué los tenían en cautividad. «No cuadraba en absoluto con lo que yo quería transmitir como terapeuta», confiesa. Con el paso del tiempo y tras mucha formación e información, se empezó a interesar más en las enfocadas a la parálisis cerebral, y que a nivel motor diera mejores resultados, en estás entran en juego los caballos. En un inicio, fue difícil porque no existía la posibilidad de formarte en España, era necesario salir del territorio nacional e irte al extranjero, en concreto a Alemania y Francia.

Muñoz se trasladó en reiteradas ocasiones, al final de su formación y se trajo con él a varios formadores. Poco después se creó la Federación Española de Terapia Ecuestre, que no sigue en funcionamiento a día de hoy. Primero, se dedicaron a formar más instructores e hicieron cursos para que obtuvieran la titulación oficial, profesionalmente conocida como Experto en Terapias Asistidas con Caballos. Actualmente, se hace la misma formación pero en universidades privadas. De hecho, se está intentando incluir un máster en esa disciplina en la Universidad del Atlántico Medio (UNAM).

Caballos en estado de semilibertad. Foto: A. Domínguez

«No todo el mundo puede dar terapia con caballos»


«No todo el mundo puede dar terapia con caballos», asegura. Esta disciplina exige de una formación previa según el modelo de tratamiento que se vaya a emplear. Por ellos es necesario tener una especialización para abordar las sesiones de la manera más rigurosa posible.

Existen seis tipos: Hipoterapia, basada en actividades fisioterapéuticas con caballos, mejora la psicomotricidad y facilitar la relajación muscular y articular; Equinoterapia Social, centrada en estimular la afectividad y la socialización con la ayuda del animal; Volteo terapéutico, ejercicios sobre su lomo; Equitación Pedagógica, pretende integrar a la persona con discapacidad con el caballo y su entorno, una de las más utilizadas; Equinoterapia Adaptada, es la práctica de la equitación como forma de ocio o con finalidad deportiva; Terapia Ecuestre Ocupacional, enfocadas en la inserción laboral de personas con discapacidad, realizando actividades como el cepillado, la monta, la limpieza y el mantenimiento de materiales, entre otras labores.

Existen tres tipos de ciclo para quienes quieran ejercer de terapeuta en esta modalidad. En el primero, se centra en formar a futuros Auxiliares de Terapias Ecuestres, aquí puede acceder cualquier persona. Segundo Ciclo, salen las personas con la titulación de Monitor de Terapias Ecuestres. Por último, Experto en Terapias Ecuestres, este requiere de muchas horas de estudio, prácticas y especialización. Para el segundo y tercer ciclo es fundamental tener titulación universitaria que te acredite dependiendo de la modalidad en la que se quiera trabajar, es decir, Terapeuta Ocupacional, Psicología, Psiquiatría, Fisioterapia, etc.

En Tenerife existen ahora mismo varios centros que ofrecen este servicio con grandes profesionales. Se han incorporado nuevas tendencias a medida que aumenta la cantidad de información acerca de estos animales y cómo influyen en la mejora de la calidad de la vida humana. Esto se ha conseguido en cierta manera porque cada vez son más quienes recomiendan esta alternativa natural desde el ámbito de la salud. También ha aumentado su valor por estar respaldadas por profesionales que se dedican a ello y a su vez son docentes de la universidad como María Polo en la Universidad de Extremadura, así lo confirmó Muñoz.

«El caballo tiene el mismo patrón de marcha que el ser humano»


¿Por qué no tienen tanto éxito con otros animales? Alejandro Muñoz ha confirmado que un factor de vital importancia es que el caballo tiene el mismo patrón de marcha que el ser humano. Esto quiere decir que «si lo ves caminando de espaldas y a un paciente encima de él, tienen el mismo movimiento que si la persona estuviera andando», apunta. Resulta beneficioso para personas en sillas de ruedas que de normal necesitaría cinco acompañantes para simular el movimiento de andar y así desbloquear la tensión muscular, y el equino se lo transmite por sí mismo.

Otra cuestión importante es su temperatura corporal, ronda los treinta y nueve grados constante. Por último, el factor emocional que transmite el animal. Muñoz asegura que «se ve claro si volvemos al ejemplo de la silla de ruedas, esa persona está acostumbrada a que todo el mundo esté por encima de ella, y en ese caso se invierten las tornas».

Numerosos estudios aseguran que no sirve cualquier equino para este tipo de terapias, ya que se forman para esa única función, según su genética y logran crear vínculos con quienes le rodean según la complicidad que tengan. Por otro lado, son animales que viven en semilibertad para un mayor desarrollo y relación entre ellos y con su entorno. Un ejemplo sería el Caballo Percherón, por su constitución, tipo de marcha o temperamento.

Lo ideal para tenerlo es encargarse de la doma de forma natural desde que es un potro. Una referente y formadora en la Doma Natural es Lucy Rees, que lleva como lema «para conocer y entender a un animal hay que tener el valor de verlo en libertad».

Los mismos caballos hacen de terapeutas entre ellos. Foto: A. Domínguez

Es crucial conseguir una confianza entre terapeuta y caballo para entenderse sin usar las palabras. Ayuda a que el ritmo de los dos se acompase o se regulen mutuamente. Esto se consigue sin riendas, herraduras o artilugios que puedan someterlo de ninguna manera, lo que supone momentos de gran tensión en lo que dura la formación del equino. Cabe destacar que la edad laboral media del animal es de ocho a quince años.

Muñoz recuerda una anécdota que le marcó en su vida como profesional. Después de haber experimentado un sin fin de situaciones, como personas hablando por primera vez, gente con tendencia escapista que se queda dormida a lado de una yegua, entre otras. «Hay una que siempre recordaré en la piel y en la mente, porque el animal fue el que me enseño a mí”, relata. El profesional confiesa que tuvo a una paciente con conducta agresiva y al subirse al caballo se ponía muy nerviosa y optaba por morderlo. Un día decidió morder a la yegua con la que trabajaban en reiteradas ocasiones, al ver que el animal no reaccionaba dejó de hacerlo. «Yo sentía ese dolor e intentaba quitarla cada vez que me agredía. Un día decidí aguantar y dejar de hacerme daño», concluye.

La asociación, una protectora y entidad social Equino Sentido está activa desde el año 2020 y fomentan las terapias pie a tierra. Está sostenida por la Fundación Canaria de Juventud IDEO, Apanate,  Aspronte, Apeca, Asociación de Daño Cerebral Adquirido, Ayuntamiento de La Laguna, y más.

«Es necesario una simbiosis entre consulta y naturaleza»


La directora y equinoterapeuta, Patricia Segredo afirma que «se trata de un equipo de voluntariado y la junta directiva la conformamos cinco terapeutas». Además, asegura que «es necesario una simbiosis entre la consulta y la naturaleza, por eso es tan efectiva esta alternativa terapéutica». Su objetivo como amante de la profesión es que se lleve la equinoterapia al mundo entero, pone de ejemplo a Francia. Allí los equinos terapéuticos pueden acceder a los hospitales, ejemplo de ello es el Doctor Peyo, un caballo de terapia que acompaña a personas con cáncer.

Patricia Segredo ha notado un aumento en los pacientes tras la pandemia. «Hay muchos cuadros de ansiedad, depresiones, tendencias suicidas, y muchas cosas», confirma. Comunica su preocupación por la falta de profesionales en psicología en los tiempos que corren, asegurando que es necesario que se le dé la importancia que merece la mente.

En conclusión, esta alternativa ofrece beneficios significativos, incluyendo la mejora de la autoestima, la reducción del estrés y el desarrollo de habilidades sociales y físicas. Fomenta la empatía, la confianza, y las relaciones interpersonales. A la equinoterapia se la considera una herramienta integral para el bienestar físico y emocional.

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