El Teatro de El Sauzal acogió un evento literario el pasado viernes, 7 de febrero, donde las autoras galardonadas en los Premios Planeta 2024, Paloma Sánchez-Garnica y Beatriz Serrano, presentaron sus novelas, Victoria y Fuego en la garganta ante un numeroso público. En una jornada marcada por la emoción y la reflexión, ambas escritoras compartieron anécdotas sobre su proceso creativo, la importancia de la literatura y sus vivencias durante la gira promocional de sus obras.
La apertura de puertas se llevó a cabo a las 18.30 horas para que quienes asistieron pudiesen adquirir los libros, que posteriormente serían firmados en el estand de la Librería Barco de Papel. Con el público sentado y el teatro lleno, Eva García, presentadora del evento, abrió la velada relatando las historias de las autoras, sus trayectorias y el contexto de sus galardones.

Paloma Sánchez-Garnica comenzó por agradecer a la audiencia su presencia y reflexionó sobre su propio recorrido. «Persistir vale la pena. Hace tres años estaba en el lugar de Beatriz Serrano, como finalista, y ahora he ganado el Premio Planeta», expresó. También destacó la importancia de la perseverancia en el mundo literario.
Ambas autoras hablaron sobre su experiencia en la gira de presentación de sus obras, que, aunque intensa, les permitió conectar profundamente entre ellas y con las demás personas. «La gira es muy potente, pero hemos tenido la suerte de convivir mucho y conectar de manera especial», comentó Sánchez-Garnica sobre la relación de las dos autoras, mientras que Serrano agregó: «Para quienes escribimos es todo un privilegio tener un teatro lleno como el de hoy».
A modo de introducción, y recordatorio del día de la gala de premios, se proyectó un breve vídeo conmemorativo, lo que rememoró en las autoras los nervios previos al escrutinio del jurado. «Hace tiempo que no lo veía, me ha transmitido esos nervios. En ese momento no era consciente de cómo había cambiado mi vida», recordó Sánchez-Garnica.
Proceso creativo
Paloma Sánchez-Garnica continuó relatando cómo fue su proceso de creación del libro: «He tenido la suerte de poder encerrarme en mi habitación, sin preocuparme por nada, para dedicarme exclusivamente a la literatura. Ahora, a seguir escribiendo, estoy con mi décima novela». Por su parte, Serrano explicó cómo la escritura le ha dado la libertad que no encontraba en su profesión anterior como periodista, algo que le ha permitido vivir de manera diferente.

Las autoras también compartieron con el público su relación con Canarias. Beatriz Serrano reveló que su padre vive en la Isla y describió Tenerife como su tercera casa, mientras que Sánchez-Garnica destacó sus viajes familiares al Archipiélago, mencionando cómo los paisajes canarios le han ofrecido la desconexión necesaria para nutrir su creatividad.
Sinopsis de los escritos
En un momento de complicidad, Eva García las invitó a resumir brevemente la novela de la otra, fruto de tantas presentaciones y momentos vividos juntas. Paloma Sánchez-Garnica, al referirse a Fuego en la garganta de Serrano, señaló que la obra toca un tema muy relevante para las mujeres de la generación de los 80, su generación. Hizo referencia a cómo la sociedad les exigía ser madres perfectas, esposas perfectas e hijas perfectas. «La novela habla de esa ruptura, del desarrollo de la adolescencia, el abandono y la aceptación», explicó la autora de Victoria.
Beatriz Serrano, por su parte, habló sobre Victoria, la novela de su compañera, y su relación con el periodismo. «Siempre empieza con una pregunta o una preocupación y la autora trata de responderla en función de sus intereses. Lo que hace Paloma es ponernos frente a frente con nuestras creencias», explicó. Destacó que la novela aborda cómo, mientras en un lado del mundo es fácil identificar el mal, en otros lugares no parece tan fácil. «¿Cómo podemos tener tan claro lo que representa la crueldad en un lado del mundo, como es Berlín, y cómo no podemos ver cómo están las cosas en la otra parte del mundo, como es Estados Unidos?», cuestionó Beatriz Serrano.
«Los libros nos permiten mirarnos y buscar similitudes entre nuestra vida y las historias»
La conversación continuó profundizando en los elementos comunes entre ambas obras, destacaron el tratamiento de los sentimientos y sobre todo las relaciones humanas. «Es la base de la vida, da igual en qué época se base la narrativa», señaló Sánchez-Garnica.
Las autoras enfatizaron también cómo la vigencia de sus relatos, a pesar de estar ambientados en momentos históricos diferentes, se mantiene relevante en la actualidad al abordar temas como los comienzos de Internet y los conflictos sociales. Serrano complementó: «La literatura tiene la capacidad de mirarnos y hacer que veamos las similitudes en nuestras propias vidas».
Aportación de la audiencia
En la recta final del evento, el público participó activamente con preguntas, y uno de los temas que más interés generó fue la inteligencia artificial. Paloma Sánchez-Garnica relató que para ella los sistemas inteligentes tiene dos vertientes y que nos preocupa tanto por la rapidez con la que la estamos conociendo. Por otro lado, Serrano añadió que nos angustiamos porque la IA puede afectar a profesiones y labores creativas. Prosiguió: «No me inquieta tanto porque siempre tiene que haber un elemento disruptor. A lo que se dedican este tipo de algoritmos es a descafeinar el contenido, a crear réplicas pero siempre queremos algo más».
La siguiente pregunta fue exclusiva para Paloma Sánchez-Garnica, sobre una posible segunda parte de Victoria, lo que la autora negó rotundamente: «Yo converso con todos mis personajes durante muchos meses, hasta que no puedo cambiar nada más. Desde ese momento, esos personajes pasan de ser míos a ser de todos vosotros, de la comunidad lectora. Ya no hablo más con ellos, y hacer una segunda parte implicaría invocarlos de nuevo, cosa que me parece imposible». La respuesta dejó al auditorio atónito, reflejando la admiración por el proceso creativo de la escritora.
Por último, las autoras compartieron su visión sobre la crítica y el odio masivo. Sánchez-Garnica afirmó que la literatura está para ser criticada. «Para eso está la literatura, para aprender sobre tolerancia, es la esencia» dijo, y fue recibida con una ovación por parte del público. Serrano, por su parte, destacó que, al igual que la creadora de Victoria, ella tampoco piensa en quienes leen cuando escribe, ya que eso es lo más sano para su creatividad. «El hate me parece ruido, solo escucho a las personas que importan», afirmó.

Tras la charla, el evento concluyó con la tan esperada firma de libros donde las personas presentes tuvieron la oportunidad de interactuar directamente con las autoras y recibir una dedicatoria personal de sus obras. El ambiente se llenó de sonrisas, agradecimientos y fotos para el recuerdo que ponen de manifiesto que, más allá de las palabras impresas, el verdadero valor del evento fue la conexión humana entre las creadoras y su público.