Por primera vez en la historia de Estados Unidos un criminal convicto se convierte en presidente del país. Donald Trump, declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, ha ganado las elecciones con un total del 50,9 % de los votos y 295 votos electorales hasta el momento, frente a la vicepresidenta actual y representante demócrata, Kamala Harris con el 47,6 % de los votos y 226 votos electorales por ahora.
¿Trump es tan malo como dicen? Juzguen ustedes. Su política migratoria pretende incrementar diez veces el número de deportaciones, reasignar agentes federales y la Guardia Nacional a los controles migratorios; construir campos para detener a migrantes mientras se tramitan sus casos, como en el 2016 cuando separaron a menores de sus familias; prohibir la entrada de personas de países de mayoría musulmana, quitarle el derecho a la ciudadanía a los descendientes de quienes no tengan documentos. Pero claro, la mayoría de la comunidad latina votó a Trump, el mismo que quiere quitarles todo.
Dentro de las políticas de salud lo que más miedo da es que quiere derribar el ObamaCare, la única forma de quienes no tienen recursos para poder ir al médico, ya que en Estados Unidos poner un pie en un hospital es un lujo. Trump tiene más poder que nunca para acabar con las medidas que intentan frenar el cambio climático, lo que no llegaría por sorpresa ya que el mismo ha definido a la crisis medioambiental como un engaño caro que no tiene sentido. Pero es que las barbaridades no acaban ahí, en 2022 el partido republicano junto con el Tribunal Supremo elegido por Trump, acabaron con el derecho al aborto a nivel nacional, dejando a elección de cada estado qué ley seguir. Si después de todo esto siguen pensando que votarían por él, replanteense cómo quieren que sea el futuro de sus seres queridos.
«¿Estaba preparado Estados Unidos para tener una presidenta mujer?»
Desgraciadamente no, pero la necesita. Harris representaba la esperanza. Su padre de origen jamaicano y su madre de origen indio trabajaron para poder darle un futuro. A pesar de las piedras que le pusieron en el camino por ser mujer, negra e india, no se rindió. Con solo tres meses para presentar su campaña electoral luchó y peleó. Ella era el cambio, el futuro y la única forma de pararle los pies al otro candidato. Ahora ya no hay esperanza y para gran parte del país, tampoco hay futuro.
Desde el nombramiento de Harris como candidata del partido demócrata, las mujeres americanas entendieron lo que tenían que hacer. Taylor Swift, Billie Eilish, Beyoncé, entre otras, se unieron una vez más para evitar el retroceso de uno de los países más avanzados del Mundo. Junto a ellas marcharon en silencio mujeres de todo el Planeta, grabando vídeos en redes sociales donde pedían responsabilidad social, participando en los rallies de Harris o con la acción más sencilla, pero a la vez más poderosa, votando.
«Prefieren a un presunto violador como presidente antes que a una mujer»
El odio hacia las mujeres se ha multiplicado en los últimos años. Al mismo ritmo que el feminismo lleva tiempo en su punto álgido con movimientos que han llegado y unido a mujeres de todo el mundo como el #Me too y #Se acabó. Los partidos de extrema derecha y las políticas que arrebatan derechos a las mujeres se propagan como una enfermedad.
En Estados Unidos los convictos no pueden votar pero sí pueden ser presidente. El mismo que dijo que si su hija no fuese suya tendría una relación romántica con ella ahora gobierna. Un personaje que odia a las mujeres y las humilla. Sin haber cumplido la mitad de las promesas de su anterior mandato ha vuelto a ser elegido como presidente. Porque la ciudadanía prefiere a un presunto violador como presidente antes que a una mujer.
A pesar de los resultados, Kamala, gracias por luchar hasta el final.