La cuestionable ética de Carlos Sobera dentro del negocio de las apuestas deportivas. Foto: PULL

El cinismo de Carlos Sobera

Opinión

¡Entra, entra, entra! ¡Mira, mira, mira! ¡Juega, juega, juega! ¡Apuesta, apuesta, apuesta! Carlos Sobera (famoso por programas como First Dates o Atrapa un millón) es el protagonista del último anuncio de una de las casas de apuestas más importantes del mundo. En este vemos a un Sobera colosal, capaz de entender y dominar el juego. Es la imagen del éxito. Hombre de traje, elegante, triunfador y que gana dinero de forma sencilla y rápida. El perfil del apostante medio es muy distinto. Ya no es aquel señor cuya edad oscila entre los 45 y los 60 años, y que juega de vez en cuando a las máquinas tragaperras para distraerse del trabajo, la familia y la vida en general.

El auge de internet y su consagración como medio innovador y de fácil acceso ha potenciado los juegos de azar y deportivo para los más jóvenes. Basta con ser mayor de edad y tener conexión a la red para poder apostar de forma online en cuestión de segundos. En la adolescencia se empieza a tener constancia de lo que son las apuestas deportivas. Es imposible ver un partido de fútbol sin ser bombardeado con publicidad de estas compañías que incitan a los espectadores a “vivir el partido con más emoción”. Antes de comenzar el encuentro el presentador te recuerda a cuanto se paga la victoria de tu equipo favorito. Al descanso igual, otros 15 minutos más de promoción indiscriminada a estos negocios en los que pierde el cliente, y como no, la banca siempre gana.

Por ello, no es casualidad que el perfil del apostador actualmente sea el de jóvenes de entre 20 y 30 años. Se estima que las casas de apuestas invirtieron 220 millones de euros en el año 2017. Pensadlo bien. 220 millones en un año. Los responsables son muy inteligentes. Gastan tanto en publicidad porque saben que, aunque el adolescente de 15-16 años, amante del deporte, no puede apostar, es un jugador potencial y de esta forma están consiguiendo que la fórmula de su negocio no se detenga, porque mientras los chicos que se hacen mayores de edad no lo son, hay otros que si lo son y que alimentan a las empresas ilimitadamente.

La autocrítica que deben hacer los deportistas de élite


La clave de las apuestas deportivas se encuentra en el marketing publicitario. Sus anuncios lo protagonizan estrellas del deporte como Rafa Nadal, Neymar, Piqué o Ronaldo. ¿Por qué? Porque saben la influencia que generan en los más jóvenes. Quizás estos deportistas de élite tendrían que tener más conciencia sobre los productos que patrocinan. Hacer un análisis introspectivo de ellos mismos para acabar dándose cuenta de que sus acciones conllevan consecuencias, y que como personaje público estás promocionando el juego, cuyo impacto es negativo y fulminante para los jóvenes que acaban cayendo en un círculo vicioso de apuestas y deudas.

Del que estoy seguro de que no ha hecho ningún tipo de autocrítica es de Sobera. Una persona capaz de publicitar casas de apuestas y páginas de créditos instantáneos. Es decir, te da las herramientas para que te endeudes y cuando esto suceda, te da otras con las que endeudarte aún más. El presentador de First Dates es un cínico cuyos valores los sustenta el dinero. Si te planteas ir al programa un día de estos ten cuidado de que no te coloquen en tu cita al director de “888sport” o a la jefa de publicidad de “Bet365”, seguramente Sobera los haya colocado a dedo por un porcentaje más alto en su próxima acción publicitaria.

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