Las salidas de campo permiten poner en práctica el protocolo de actuación. Foto: Cecilia G.

Caracoles en peligro crítico, nuevo estudio científico de la ULL

Ciencias

CanBio, proyecto sobre la monitorización del cambio climático de la ULL, ULPGC y Loro Parque Fundación, ha añadido este año un nuevo subproyecto llamado BioTERR. Parte de esta iniciativa finalizó esta semana con el simulacro de monitorización de las especies que se encuentran en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El ejercicio se realizó durante siete días en la isla de Gran Canaria y finalizó el miércoles de esta semana.

Carolina Castillo, docente en el área de Paleontología de la ULL y Dinarte Teixeira, biólogo del Instituto de Bosques y Conservación de la Naturaleza de Portugal, fueron participantes en el cuerpo investigador del ensayo. El protocolo fue aplicado a las partes más naturales de municipios como Arguineguín, Arinaga o la Isleta.

Treinta especies endémicas de gasterópodos se encuentran amenazadas en las Islas, once solo en Gran Canaria. «Estos caracoles y babosas son claves para el ecosistema, no solo por el puesto que tienen en la cadena alimenticia, sino porque son formadores y enriquecedores del suelo terrestre», explicó la investigadora Carolina Castillo durante una de las excursiones.

Cuestiones de análisis en el subproyecto de los gasterópodos


Las diversas salidas de campo que se hicieron durante estos días permitieron, además de poner en práctica el protocolo de actuación, saber a que se enfrentan realmente el cuerpo investigador del proyecto. Un ejemplo son las diversas capas de suelo, antropología y vegetación que rodean a los gasterópodos, expuso la Paleontóloga.

Los lugares donde se detectaron a las diversas especies fueron marcados para volver a recorrer esas posiciones una vez se vuelva a la isla de Gran Canaria. Unos pequeños monitores también fueron situados para recabar datos de las condiciones climáticas del hábitat: precipitación, temperatura y humedad. 

Castillo aclaró que no solo se tiene que tener en cuenta todas esas pautas para obtener una conclusión óptima, sino también tener en cuenta la vegetación, «si no existe la planta en la que se refugia el caracol, sucederá a la inversa», es decir, se perderá la especie también por este motivo.

Lo último sobre Ciencias

Ir a Top