Binter NightRun, la más grande – Periodismo ULL
Punto de salida del Vuelo 10K en la Binter NightRun. Foto: A. Blanco

Binter NightRun, la más grande

Opinión

La solidaria, inclusiva y sostenible carrera Binter NightRun, que cuenta con sedes en Santa Cruz de Tenerife, Palma, Donostia, Zaragoza y Las Palmas de Gran Canaria, llegó a la capital tinerfeña como la primera del año el pasado sábado, 5 de abril. Esta octava edición volvió a demostrar que el deporte puede ser mucho más que una competencia, que puede ser una experiencia que une y emociona.

La actividad, que fue organizada por la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife y por la empresa DG Eventos S.L., batió récord de participación con más de seis mil inscripciones, un veinte por ciento más que el año pasado.

La jornada deportiva contó con tres itinerarios distintos: Vuelo 5K, el más popular y recomendado para principiantes; Vuelo 10K, la distancia más larga; y el Milla Verde Familiar, un recorrido solidario de 1,7 kilómetros cuyos fondos se destinaron a la asociación Sociedad Canaria de Cardiología. Este último es sin duda una muestra de cómo la actividad física puede estar al servicio de causas importantes, lo que une dos cosas tan positivas como la vida sana y la solidaridad.

Convertida ya en la carrera más grande de todo Tenerife, Binter NightRun es un espacio donde la inclusión es real: cada uno de los tramos estuvo adaptado a todo tipo de personas sin importar su condición. Familias, participantes con diversidad funcional, personas mayores… todo el mundo disfrutó a su propio ritmo de cada tramo.

«Lo que se llevó cada participante va más allá de una medalla: una experiencia compartida, verde e inolvidable»

La Binter NightRun es verde, y no solo porque este sea el característico color de Binter, sino porque el compromiso con la sostenibilidad también fue palpable. Desde el uso de materiales reciclados en las botellas de agua Fonteide, las toallas y las bolsas de participación, hasta la gestión de residuos y el fomento del transporte público, dispuesto con gratuidad para quienes corrieran. Esta consciencia sobre el impacto medioambiental dejó notar un esfuerzo extra que debería estar presente en cualquier cita deportiva.

Según Alberto Guanche, jefe de patrocinio de Binter, esta octava edición superó a las anteriores gracias a una mayor animación, lo que ha contribuido a «sumar éxitos y mejorar expansión» del evento, así como a reforzar la promoción de Tenerife. Coincido con él: el apoyo popular era contagioso, como si todas las personas allí presentes estuvieran sobre los mismos tenis para correr.

El propio Guanche definió la Binter NightRun como la carrera con mayor participación popular de toda la Isla, y destacó la importancia de la adaptación total, la sostenibilidad y la Milla Verde Familiar, que considera el primer contacto con el deporte para muchos niños y niñas.

Más allá de los tiempos marcados y los kilómetros recorridos, esta edición fue un reflejo del poder del deporte como espacio de encuentro, solidaridad, inclusión y compromiso. El pasado sábado pude ver personas que corrían por la esclerosis múltiple, por la asociación Ámate, por Alma, la niña palmera que busca donación de médula. Pude ver sentimientos reales, causas por las que luchar y emoción en cada paso, y eso no se puede cronometrar.

Gracias al voluntariado, los equipos médicos, los cuerpos de seguridad, los patrocinios y colaboraciones y al público incansable, esta edición fue todo un éxito. La actividad concluyó con la entrega de premios, pero lo que se llevó cada participante va más allá de una medalla: una experiencia compartida, verde e inolvidable.

 

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