La poesía está viviendo un renacimiento. Son muchísimos los nuevos poetas que han ido apareciendo a lo largo de estos últimos años y otros tantos los que se han aficionado a este género, que tanta historia tiene a su espalda. Bajo el seudónimo de Aljona, Johana N. Pérez es una de estos apasionados que se han embarcado en la magia de los versos. Con solo 24 años y una carrera de Derecho a punto de acabar, ha publicado dos poemarios: Beso a verso y Veintidós y está a la espera de sacar al mercado una tercera obra.
¿Cuándo y por qué empezó a escribir? «Hace dos años y medio. Me empujó a hacerlo el hecho de tener muchas ideas en la cabeza y no saber de qué manera poder sacarlas. Podría decir que inicialmente fue un mecanismo de prueba».
¿Qué temas tratan sus dos libros publicados? «Ambos son de poesía, pero no tratan nada en concreto. No tienen un orden. Veintidós está un poco más ordenado, pero Beso a verso siempre lo defino como un caos».
¿Han tenido una buena acogida por parte del público? «Muchísima. Más de la que yo esperaba. Además, me han brindado la posibilidad de dar charlas en colegios, institutos… Yo esperaba escribir y que se interesasen mis hermanos o mis padres, porque al fin y al cabo son mi familia. Pero la realidad es que la literatura me ha abierto un montón de puertas y me ha permitido conocer a mucha gente».
¿Escribe sobre otros géneros aparte de poesía? «En Veintidós hay un capítulo titulado “Versos no” en el que están plasmadas mis ideas sin utilizar el verso. Sin embargo, esto es lo más lejano a la poesía que he hecho, no me he atrevido a nada más por el momento».
«Escribo lo que me apetece, como me apetece y para quien me apetece»
¿Le gustaría dedicarse profesionalmente a la escritura o lo ve más como una afición? «Esta es una pregunta que siempre me hacen y en todas estas ocasiones respondo lo mismo: sí me gustaría dedicarme profesionalmente a la escritura. Aunque siendo realistas, si no eres alguien famoso, la poesía no es algo que aporte mucho dinero, pero sí da mucha vida. Por eso por el momento es una afición, y puede que los años lo vayan reconduciendo hacia algo más».
Para muchos, en lugar de dar mucha vida la dio. ¿Es un género desfasado? «No lo creo. La poesía es como todo en la vida, se va modernizando. Lo que sí pienso es que a aquella gente que leía obras de esta categoría antes, le cuesta un poco adaptarse a la “nueva” o más bien, a la consideración que tenemos los jóvenes sobre esta. La poesía de antes era, básicamente, un conjunto de versos que rimaba, habitualmente dirigido al romanticismo. Y yo ahora no lo veo así. Al menos en mi caso, escribo lo que me apetece, como me apetece y para quien me apetece».
¿Qué significa «poesía»? «Una expresión de libertad, en la que puedo ser totalmente yo misma. Además, me permite esconderme detrás de un papel o una pantalla sin que el resultado tenga que ser necesariamente bonito. Es decir, puedo decir algo que duela mucho, porque es lo que siento, sin que deje de ser poesía».
«No me gustaría que la poesía fuese una moda porque pasaría de largo»
Son muchas actualmente las personas que están sacando al mercado libros de este género. ¿Es una moda? «No me gustaría que la poesía fuese una moda porque pasaría de largo. Prefiero interpretar este hecho como que la gente se está dando cuenta de que este género puede mover y remover».
Ciertos detractores de la llamada «poesía millenial» (la realizada por poetas modernos, como Marwan, Irene X o Elvira Sastre) la califican, entre otras cosas, de banal. ¿Es menos válida esta frente a la clásica? «No puedo decir que sea menos válida ya que la mía propia se intenta parecer a esto. No tengo como referente a ninguno de estos autores, sólo me tengo a mí misma porque quiero hacer algo propio y diferente. Pero no es menos buena, simplemente por lo que comenté antes: la gente se ha acostumbrado a pensar que la poesía tiene que seguir una senda concreta, por eso algo que no esté escrito en verso y no rime, no puede ser tomado como tal. Sin embargo, hay que aceptar que existe un nuevo modo, una “poesía moderna” (aunque no me guste categorizarla como tal), que es diferente y debería ser respetada».
¿Se ven limitadas las oportunidades por escribir desde Canarias, una región ultraperiférica? «Te diría que no. Es cierto que es un poco más complicado, pero poniendo como ejemplo mi caso, la editorial que me contactó para publicar es de Madrid. Hoy en día, gracias a las redes sociales, puedes llegar hacia donde quizá tú sola no podrías. Básicamente, quien quiere puede, y refugiarnos en la idea de que desde Canarias todo cuesta más es una excusa».
Al hilo de las editoriales, ¿cómo ha sido su experiencia con ellas? «Solo he trabajado con una. Podría haber sido mejor ya que me he visto un poco limitada. Pero ahora voy a trabajar con una nueva y creo que va a ser mucho mejor».
«Tachar el trabajo de alguien que no sea escritor desde siempre de intrusismo laboral me parece egoísta»
Youtubers, participantes de programas de televisión, influencers… Muchas de estas caras son las que aparecen ahora en las listas de los libros más vendidos. ¿Se considera esto intrusismo laboral? «Partamos de la base de que yo no soy nadie para decir “esta persona no puede escribir” o “esta persona no debería sacar un libro”, porque ellos podrían pensar lo mismo de mí. Pero sí es verdad que no me gusta. Es decir, me parece que si lo que te gusta verdaderamente es ser cantante, te deberías centrar en esto. Ahora bien, no lo considero intrusismo laboral como tal. Por ejemplo, tú estudias periodismo pero en un momento determinado podrías interesarte por escribir. Y nadie te lo puede negar. Por ello tachar el trabajo de alguien que no sea escritor desde siempre de intrusismo laboral me parece egoísta. Y por lo menos a mí, no me gustaría que nadie egoísta mermara mis sueños. Pero sí hay casos concretos en los que no me parece bien».
¿Cómo cuales? «Las personas que pagan a otras para que les escriban un libro. No me parece lógico que remuneres a alguien para que saque tu nombre adelante en una portada cuando lo que está ahí escrito no ha salido de ti. Podría tacharlo incluso como una falta de respeto».
Hablando de esto, una idea bastante extendida es la de que estas publicaciones atienden más a la fama de sus autores que a la calidad literaria de las obras. ¿Cree que actualmente solo se publica aquello que se supone que va a vender, independientemente de que sea bueno o no? «Diría que 50 % sí y 50 % no. Objetivamente, una editorial es un negocio: no van a publicar un vídeo si no consideran que se va a vender, a no ser que lo costees tú mismo. Por esta parte, creo que si no inviertes en tu obra, tampoco tienes derecho de exigir porque, al fin y al cabo, te están subvencionando. Pero sé que con esta pregunta te refieres más a personas famosas que publican libros porque las empresas tienen la constancia de que se van a vender bien. Repito lo que dije: la literatura también es un negocio. Hay que entender que al igual que yo escribo porque gano vida haciéndolo, hay otra gente que lo hace por ganar dinero. Y editoriales que lo hacen por crecer».