La vuelta a la actividad académica es inminente. Foto: PULL

‘Volver es ganar’

Opinión

Hace unos días, leí en un periódico granadino cuyo nombre no recuerdo en estos instantes, una noticia que me llamó la atención. En dos semanas de clases en Alemania, concretamente en la zona de Berlín, se han reportado casos de coronavirus en 41 escuelas, centros educativos, lugares de formación… Una cifra que podría parecer alarmante si no ponemos los datos en contexto, pues solamente tres recintos tuvieron que ser puestos en cuarentena total, mientras que el resto se aislaron clases en las que un alumno o profesor dio positivo. Aún así, gracias a la rápida detección y el seguimiento del protocolo, no ha habido apenas contagiados de más.

Estas cifras son alentadoras, pues solo corresponden a un 4,4 % de los recintos escolares de la capital alemana, un sitio complicado de gestionar por el elevado número de personas que en ella habitan. Aunque no podemos comparar nuestra situación con la del resto de la Unión Europea, si podemos fijarnos en lo que están haciendo bien para poder aplicarlo al plan de vuelta a las aulas.

Pese a que aún se mira con recelo la vuelta presencial por los peligros que pueden acontecer, yo me muestro como férreo defensor de una vuelta presencial y que evite la educación telemática en la medida de lo posible. Desde hace meses, se nos bombardea con el lema Volver es ganar, usándose para justificar medidas que permitieron la reapertura de nuestras fronteras con el fin de salvar la economía. Ahora, con septiembre cerca y con el número de casos creciendo exponencialmente, se ha intentado llevar a cabo un lavado de manos que considero desleal.

«Millones de hombres y mujeres corren todos los días los peligros de la nueva normalidad en España y el mundo no se para»

No se han puesto tantas pegas para la seguridad en los negocios privados, siendo la gran mayoría de locales incapaces de llevar a cabo las medidas de distanciamiento personal e incumpliendo el aforo limitado en muchas ocasiones. Lo que no es lógico es que, teniendo en cuenta como se han desarrollado los acontecimientos, obligando a no desasistir  los servicios públicos, propiciando que pueda haber contagios masivos en las guaguas, metros o tranvías, de repente se le dé importancia para tratar de justificar y meternos con calzador las clases online.

Si mi madre, auxiliar administrativa en el Ayuntamiento de Santa Lucía, es obligada por la supervivencia familiar a atender a cientos de personas que pasan por su oficina para arreglar sus asuntos, creo que yo puedo correr el riesgo de acudir a un recinto a recibir mi derecho a la educación y la formación. Al fin y al cabo, millones de hombres y mujeres corren todos los días los peligros de la nueva normalidad en España y el mundo no se para. La educación debe volver sí o sí. A partir de lo que ocurra durante el añ0, se tomarán las medidas pertinentes. Hagamos honor al lema y asestemos un golpe en la mesa

"Yo quiero escribir sobre el placer de dar una puñalada en una noche de lluvia, la locura del alcohol en la sangre y el miedo dulce que me reconforta”. Felix Francisco Casanova de Ayala

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