El Instituto de Neurociencia de Castilla y León de la Universidad de Salamanca, junto con la científica Conchi Lillo y su equipo, avanzan en un proyecto pionero a nivel internacional: cómo detener una patología común en mayores de 60 años, la “Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE)”.
La intención de Lillo es fundar una plataforma para impulsar la creación y el ensayo de fármacos que luchen contra esta enfermedad degenerativa para la que, a día de hoy, solo existe tratamiento paliativo.
Además, su objetivo, y el de sus investigadores es patentar esa herramienta con la que “poder hacer ensayos de los fármacos actuales y futuros, utilizados en la clínica de la degeneración macular”, apunta Lillo a Comunicación USAL. El desarrollo de la herramienta permitiría, además, según Conchi, comprobar de primera mano cómo afectan los fármacos a la estructura celular del epitelio pigmentario, las sintomatologías y los efectos secundarios que causen los fármacos, en el proceso de experimentación con el paciente.
La degeneración macular es un trastorno ocular común en personas de más de 60 años. La patología va destruyendo lentamente la visión central y aguda dificultando la lectura y la visualización de detalles finos, por lo que con el tiempo la probabilidad de ceguera aumenta considerablemente si no se trata.
Además de Lillo, Antonio Escudero ha hecho que todo este proyecto salga a la luz gracias a su iniciativa joven como investigador doctoral y a los conocimientos que ha ido adquiriendo en cursos y formaciones, entre ellos en EE.UU. en el Jules Stein Eye Institute.
Esta investigación, que comenzó hace ya tres meses, cuenta con el apoyo y la colaboración de la sección de Oftalmología del Hospital Clínico Universitario de Salamanca, el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (Ibsal), el Ministerio de Economía y Competitividad y el Instituto de Salud de Carlos III, además su financiación, con una dotación de 120.000 euros, corre del Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS).