Nelo Maestre es el fundador de Divermates, una academia virtual y presencial sobre la ciencia de los números. Foto: G. López

Nelo Maestre, las matemáticas más divertidas

Ciencias

Nelo Maestre Blanco es un matemago. Se licenció en Ciencias Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid en 2006. Desde que era joven se impregna de las maravillas del mundo del ilusionismo, al mismo que persiste su interés por las ciencias, en concreto, por las Matemáticas. Cuando finalizó sus estudios universitarios comenzó su trayectoria como divulgador científico. Actualmente, es el director de Divermates, proyecto que fundó en el año 2011 para quienes «quieren descubrir las matemáticas más divertidas».

¿Cuándo surgió su interés por las matemáticas? «Cuando tenía 14 años. En esa época cayó en mis manos un libro que me impactó mucho, Cuentos con cuentas, de Miguel de Guzmán. Más tarde, en el instituto, un profesor buscaba participantes para los concursos matemáticos de aquella época y decidí unirme a la iniciativa. Él, me decía: “Si entrenas, puedes ganar”. Y tenía razón porque las matemáticas también se entrenan. Y conseguí ganar alguno de aquellos premios».

¿Siempre supo que quería estudiar la ciencia de los números? «Tenía otras opciones, pero escogí esta carrera porque había dos motivos importantes: por un lado, la asignatura de Matemáticas era la que aprobaba estudiando menos; y por otro lado, no me interesaba la Física, y en aquella época todas las carreras de ciencias tenían Física en el primer curso menos la carrera de Matemáticas. Entonces era la mejor elección».

¿Cuándo comenzó su interés por la magia? «Me gustaba ver a Juan Tamariz, que salía muy a menudo en televisión, y por él sacaron una especie de caja de juegos de magia, parecida al Magia Borras, pero distinta, pues solo traía dos barajas y dos libros. Años más tarde, fui a ver un espectáculo de magia a la sala Houdini, en Madrid, y vi actuar al que luego sería mi maestro de magia. Al terminar mi último examen de selectividad fui a verlo y una vez entré, no salí en los siguientes seis o siete años».

«La pandemia de la Covid-19 nos dejó en la nevera durante dos años»


¿Cómo surgió la idea de mezclar ambos conceptos? «La verdad es que todo ha ido entrelazado desde el principio. En Secundaria participaba en concursos de matemáticas mientras aprendía magia. Todo a la par. Cuando entré en la carrera, seguí compaginándolas».

¿Cuándo empezó a trabajar de divulgador científico? «Empecé justo al terminar la carrera. Había una empresa en Madrid que se dedicaba a impartir talleres de ciencia infantiles y me contrataron. Además, sabían que era mago, lo que les suponía un plus en cuanto a la parte escénica, a la estructura de lo que estábamos haciendo. Al final, hacíamos experimentos que, en el fondo, se presentaban como trucos de magia».

¿Por qué decidió fundar Divermates? «Cuando salí de esta empresa, estuve mucho tiempo de mago, solo.  Un día, una amiga me pidió que fuera al colegio donde trabajaba para que les hiciera unos talleres a los niños. Fue entonces cuando me lo tomé en serio. Registré el nombre de Divermates, encargué unas camisetas con la marca, y empezó la iniciativa empresarial. Hoy en día, Divermates está dedicada a hacer talleres de Matemáticas divertidas, algunas cosas con magia, y otras no tanto. Es cierto que se fundó en 2011, pero fue en 2013 cuando empezamos a crecer».

¿La pandemia afectó al desarrollo de Divermates? «La verdad es que sí. Justo antes de la pandemia estábamos creciendo muy bien y deprisa. Pero cuando surgió el coronavirus nos dejó en la nevera dos años, pues no teníamos el mismo volumen en línea que presencial. Antes de la pandemia podíamos tener unos 400 talleres al año, y aunque hicimos actividades virtuales, eso, en volumen de negocios, es poco. He de reconocer que ahora hemos vuelto a resucitar a un nivel que no me esperaba».

«La matemagia es eficaz para la comprensión de los contenidos matemáticos»


¿Qué le pareció la experiencia de ser ponente del fisquito Strange, ¿sabes que mola más que la magia?… las mates? «Nunca había dado una conferencia tan breve, pero la experiencia me pareció muy interesante. Este concepto de dar conferencias en diez minutos obliga al ponente a no meter relleno, es decir, te hace ir al grano. Por ejemplo, salté cosas que no me parecían importantes. Dejé solo lo bueno. Además, estos formatos funcionan bastante bien en el mundo actual ya que siempre vamos con prisas».

¿De qué trata el curso Sorprender con matemáticas que impartió en la ULL? «La finalidad del curso es hablar sobre la combinación entre las matemáticas y la magia como recurso para realizar talleres. En él, explico varios juegos de matemagia. También nos adentramos un poco en el marco teórico para explicar algunos conceptos educativos y didácticos que ayudan a entender mejor la utilidad de esos juegos como recursos en el aula».

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