El artista sacará pronto camisetas y gorras. Foto: Elena M.

«Lo único que puedo crear que sea completamente mío es el arte»

Sociedad

Ángel Mateo, más conocido como Motroco, es un artista conceptual basado en la fotografía y en el vídeo. Tiene 22 años y reside en el Puerto de la Cruz, Tenerife. Ha trabajado junto a los raperos Cráneo y Lasser, NANO Mz y al grupo de electropop Cupido, entre otros. Desde pequeño siempre ha tenido una estrecha relación con la fotografía debido a que a su madre le encantaba sacar vídeos y fotos, y gracias a ello tiene toda su infancia grabada.

«Sacaba imágenes y sentía que eso me llenaba y me hacía feliz»


¿De dónde viene el nombre? «Siempre he sido alguien grande. Mis primos me decían que era un motroco. De ahí viene el nombre. Aunque, también me llaman Motri. Cuando empecé a hacer fotos, hice una relación muy buena con dos amigas, María Pérez y María Llanos. Decían que no me pegaba Motroco porque yo soy grande, pero a la vez tierno. Así que me empezaron a llamar Motri. Me gustó un montón el apodo porque tenía parte de Motroco, pero también de la parte tierna».

¿Cuál fue su primer contacto con la fotografía? «Desde pequeño tengo relación con ella gracias a mi madre. Ella no ve la fotografía como algo artístico, sino como un recuerdo. Admiro esa visión que tiene, porque a mí muchas veces me cuesta ver una foto más allá del trabajo y el arte».

¿Recuerda cuál fue la primera fotografía que hizo? «A los 14 años conocí el bodyboard. Con mis amistades veíamos vídeos de personas practicando el deporte y yo pensaba “estaría bien meterme en el agua con una GoPro y grabar o hacer fotografías”. Conseguí dinero y me compré la cámara. Empecé a hacerles fotos cuando estaban dentro del agua. Pero, un día estaba aburrido e hice fotos solamente a las olas. Era una imagen más elaborada, pero no era consciente. Hay una en concreto que la saqué en Punta Brava. Se ve el tubo de la ola y es la que yo considero mi primera foto».

Fotografía en la que Motri se enamoró de las fotos. Foto: @hi_im_motroco

¿Cuándo fue la primera vez que tuvo una cámara en sus manos? «Mi primer contacto con una cámara profesional, una Reflex, fue en una competición que hicimos de bodyboard. Éramos un grupo de 30 personas a las que nos gustaba el deporte. Ese día yo había bajado desde las 9.00 de la mañana a la playa y la competición era a las 16.00, por lo que ya no tenía batería en la GoPro. Una de mis amigas, Celia Perera, me ofreció su cámara. Fue una sensación tan extraña. Sacaba imágenes y sentía que eso me llenaba y me hacía feliz».

¿Recuerda cuál fue su primera cámara? «Fue en el año 2014 y una cámara réflex. Una Canon 1200D. No tenía más dinero para comprarme un objetivo largo para seguir sacando fotos. Dio la casualidad de que mi primo es aficionado a las fotografías y tenía el objetivo que necesitaba, así que lo compartíamos».

«Fui evolucionando»


¿Cuánto tiempo estuvo realizando fotografías de olas y de bodyboard? «Desde 2014 hasta 2016. Poco a poco fui dejando las olas y fui haciendo más fotos porque quería conocer olas más grandes, pero yo no era bueno. Entonces cada vez practicaba menos bodyboard y hacia más fotos. Estuve dos años con eso, incluso Atlas Canarias publicó fotos mías. También fotografíe a Álvaro Padrón, que ha sido campeón de Canarias de bodyboard».

¿Cuál fue el primer retrato que realizó? «Fue con 16 años. Nos mandaron a hacer un trabajo sobre anuncio publicitario. Una amiga me dijo que si la podía ayudar debido a que yo tenía una cámara buena, y acepté. Cuando terminamos de hacer el trabajo, me preguntó que si le podía sacar unas fotos con la cámara y yo me negué porque en ese entonces creía que solo sabía sacarle fotos a las olas. Pero, me convenció y le hice un par de retratos. Mi idea era pasárselos y ya está, pero dio la casualidad de que ese día volví a mi casa y me encontré a mi primo. Le conté que había sacado fotos y me dijo que si quería me podía explicar lo básico sobre edición de retrato».

Primer retrato que realizó el artista. Foto: @hi_im_motroco

¿Cuándo considera que se enamoró de la fotografía y la edición? «En 2014, cuando hice esas fotos de las olas y el bodyboard, fue cuando me enamoré de la fotografía. Después, cuando edité esos retratos, me encantó la edición. Seguía haciendo fotos de olas, estudiando y a veces, con mis amistades, hacíamos fotos, también teníamos un canal de YouTube, Motrocofilms en el que hacíamos el bobo. Fui evolucionando. Poco a poco dejé el bodyboard y a su vez la fotografía del deporte. Me centraba más en un retrato muy básico».

«Me gusta transmitir más allá de lo que es la imagen y los píxeles»


¿En qué momento decidió dedicarse a realizar fotografías? «En 2017 por razones personales estuve tres años sin hacer fotos. Pero, en 2020, cogí todos mis ahorros y me compré la cámara que tengo hoy en día. Seguía con el retrato y poco a poco se fue transformando en un retrato más conceptual, que es lo que hago a día de hoy. Yo lo llamo fotografía conceptual porque me gusta transmitir más allá de lo que es la imagen y los píxeles».

¿Cómo definiría lo que hace? «Veo la fotografía como una herramienta para crear arte y transmitir conceptos que a mí me gustaría elaborar o compartir con la gente o simplemente crear. Al final todo está inventado, lo único que puedo crear que sea completamente mío es el arte. Por tantas casualidades, al final acabé haciendo fotos. No es que la fotografía en concreto sea algo especial, sino que a mí lo que me gusta es el arte porque tiene ese toque único que creo que no se puede conseguir de otra forma».

¿Hay alguien que le motive cada día a seguir mostrando su arte al mundo? «Mis amistades, mi madre y la gente que me apoya. Que me escriban y me digan que les gustó mucho algo que yo he creado, me llena mucho. Son lo que hace que siga motivado y que me siga gustando sacar fotos».

Sus amistades son uno de sus principales apoyos. Foto: @hi_im_motroco

¿Cuál considera que es su primer gran proyecto? «A nivel objetivo, quizás fue trabajar con la ULL en 2019. El equipo de científicos de psicología estaban haciendo un proyecto sobre las plazas del norte de Tenerife y como muchas de ellas están mal adaptadas para la gente. Por ejemplo, hay muchas que no tienen acceso para personas con discapacidad o zonas muy oscuras que fomentaban la violencia. Toda la fotografía de ese proyecto la realicé yo».

A nivel emocional, ¿cuál es el proyecto que mejor le ha hecho sentir? «De sentirme realizado, creo que fue la sesión de fotos llamada Lo que lloran los muertos. Fue la primera vez que vi algo mío y sentí que me gustaba mucho».

Lo que lloran los muertos. Foto: @hi_im_motroco

Ha trabajado recientemente con la banda Cupido. ¿Cómo fue la experiencia? «Llevo toda la vida escuchando a Pimp Flaco, y a Cupido desde que comenzaron. Trabajar con alguien con quien eres fan, es algo muy distinto. Estaban ahí invirtiendo su tiempo. Les gustó mi arte, como a mí me llevan años gustando el suyo. Era una presión enorme, la noche anterior estaba comiendo techo y llorando de los nervios. Menos mal que un amigo, Carlos, me acompañó. Iba bastante negativo pensando que si me iba a quedar en blanco, que si lo iba a hacer mal… Lo que más ansiedad me daba era tener que decirles como tenían que posar. Pero, quitando todo eso, me sentí muy bien y muy realizado».

Sesión de fotos en Madrid a Cupido. Foto: @hi_im_motroco

Se trasladó al Festival Boombastic junto a NANO Mz . ¿Qué sintió al trabajar en un festival de esa magnitud? «No me generó tanta ansiedad porque no dependía de mí como posaran los artistas. Tenía acceso a las zonas de fotografía y la experiencia me gustó muchísimo. Fui de fotógrafo de NANO Mz, cubrí su show y después el resto del tiempo estuve por allí paseándome y disfrutando de los conciertos. Aproveché e hice fotos a Villano Antillano y a Emilia Mernes».

Realiza fotografías y vídeos para el Andana Beach Club, ¿cómo es este proceso? «Estoy muy contento. Mientras yo haga mi trabajo, me dejan mucha libertad. Me parece increíble y se los agradezco muchísimo. Es una experiencia completamente distinta. Estar en una fiesta e interactuar con la gente en su estado de embriaguez, tener pocos segundos para fotografiar, moverte tú para buscar las fotos, meterte entre mil personas con tu equipo…Son muchos factores que hacen que la experiencia sea diferente. Estoy muy agradecido y contento porque les gusta mucho el resultado de las fotos y vídeos y me permiten hacerlo como quiera».

NANO Mz en el Festival Boombastic. Foto: @hi_im_motroco

«Si a final de año no hacía un vídeo que me gustara, no iba a hacer más»


Asimismo, también realiza videoclips, ¿es costoso el trabajo? ¿disfruta haciéndolo? «Siempre he tenido una relación de amor-odio. Cuando empecé con la fotografía hacia vídeos o más bien lo intentaba. Nunca me llegó a llenar del todo porque el hecho de que no fuera una foto sino 30, 60 o 24 en un segundo, no me hacía mucha gracia. Otro factor que me costó es aprender a componer en horizontal».

¿Ha pensado alguna vez en dejar de hacer vídeo? «Tengo una publicación en Instagram hablando sobre eso. En 2022, le dije a mi amigo Adán que, si a final de año no hacía un vídeo que me gustara, no iba a hacer más. Terminó el año y no había hecho ningún vídeo que me gustara, pero al final decidí no rendirme».

¿Cuándo se dio cuenta de que le gustaba hacer vídeos? «Este año. Conocí a Tizzy G. Me dio 100 % de libertad para crear un videoclip de una canción de techno house. Mi utopía con los vídeos es que puedas darle al mute y seguir disfrutando de la obra visual. Creamos Location en colaboración con @roadtohiphop y Oretnac, el productor de la canción. Con este videoclip me di cuenta de que si me gusta hacerlos, pero que es un proceso muy elaborado».

«Conseguí conectar con mi yo artístico gracias a la pintura»


¿Qué es Motricraft?, ¿de dónde nace? «De la necesidad de seguir creando cuando la fotografía no me acompañaba. Mis amistades me dijeron que tenían un regalo por mi cumpleaños y que venía en una caja azul verdoso. Se me metió en la cabeza que era el juego Warhammer y eso que no tenía relación con ese tipo de juegos. Me pasé un mes buscando cosas sobre el juego, porque las figuras que trae las pintas tú. El regalo claramente no era el juego, pero igualmente lo compré. En un momento en el que dejé de tener la fotografía a mi lado, conseguí conectar con mi yo artístico gracias a la pintura. Estoy contento de que haya pasado. Gracias a eso tengo algo que me gusta muchísimo aparte de la fotografía».

Artorias, el Caminante del Abismo. Foto: @hi_im_motroco

¿Desde cuándo crea figuras? «Por error, me compré una impresora 3D y estuve toda la cuarentena haciendo figuras y pintando. Se acabó la cuarentena y retomé la fotografía. Estuve más de un año sin pintar ni imprimir porque era como una tirita, no puedo hacer fotos pues pinto, puedo hacer fotos pues no pinto».

A día de hoy, ¿sigue haciendo figuras y pintando a menudo? «A finales de 2022 tuve una crisis artística y existencial y en ese tiempo volví a pintar y a hacer figuras. Le hice el brazo de Sekiro a escala 1×1 a un amigo, Dan, por su cumple. Estuve esas dos semanas completamente desconectado del mundo. Lo subí a redes y a la gente le gustó muchísimo. Me empezaron a pedir encargos. En navidad estuve centrado en eso y a raíz de ahí me abrí la otra cuenta de Instagram Motricraft. El nombre viene de Motri y craft de crear y además el toque del Minecraft que es un juego que siempre llevo en el corazón».

Brazo de Sekiro a escala 1×1. Foto: @hi_im_motroco

«Estoy intentando ver que le gusta a la gente y cómo puedo explotar mi producto artístico»


¿Piensa que el arte realmente no está valorado? «Creo que convertir tu arte en trabajo es parte del camino del artista. Si tú realmente quieres vivir de esto y crecer, no puedes seguir viendo lo que haces como un hobby. Todas las personas que nos dedicamos a esto empezamos viéndolo así. Se nos pasa por el aire el hecho de convertirlo en un trabajo. Te lo tienes que tomar como lo que es, un trabajo con su horario, sus responsabilidades…Teniendo la suerte y a la vez mala suerte de que no tienes a alguien por encima tuyo diciéndote lo que tienes que hacer. Las personas se aferran a seguir viéndolo con un hobby, no quieren hacer trabajos que realmente no les llenen. Yo fui el primero en seguir viéndolo como un hobby hasta que cambié la mentalidad».

¿Qué proyectos le gustaría realizar en un futuro? «En estas semanas saldrán unas prendas de ropa con el concepto de mi última sesión de fotos que se llama Locus de Control Eterno ft Lucía Linares. Estoy intentando ver qué le gusta a la gente y cómo puedo explotar más mi producto artístico. Saldrán camisas de la mano de @dimensiongrafica acompañados de una gorra de @_moly.co_. Espero que a la gente le guste mucho».

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