La ULL celebrará el próximo 13 de abril la votación para elegir a su rector o rectora. Foto: D. Hdez.

«La comunidad universitaria es libre y decidirá lo que considere»

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«Decidí lanzarme a ese océano y cuando te lanzas a hacer cosas tienes dificultades»

Rosa María Aguilar es catedrática de Ingeniería de Sistemas Automática en el Departamento de Ingeniería Informática y Sistemas. Además, se licenció en Informática en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en 1993. Desde 2019 es rectora de la Universidad de La Laguna, convirtiéndose en la segunda mujer en la historia de la Institución en ocupar el cargo. El 13 de abril se celebrarán las próximas elecciones para optar a rector o rectora, unas votaciones a las que Aguilar volverá a presentarse.

Al poco tiempo de ocupar el cargo de rectora declaró que le costó decidirse si se presentaba a candidata y que fue una amiga quien le convenció. ¿Esta vez le ha sido difícil? «Tengo dos hijos. Lo comparo con ambos partos. El primero no sabes mucho a lo que vas. La responsabilidad te puede. Estas más atenta y asustada. Hay mayor responsabilidad. En el segundo tienes menos susto en el cuerpo».

En las anteriores elecciones obtuvo un 63,6 % de los votos de la comunidad universitaria. ¿Cree que el apoyo que recibió en 2019 se volverá a repetir en abril? «La comunidad universitaria es libre y decidirá lo que considere. No tengo la bolita mágica».

Ocupa un cargo donde predomina la presencia de los hombres. ¿Le ha sido difícil llegar a conseguir sus metas? «Sí. Romper la brecha de género en titulaciones como Ingeniería Informática, que es la que yo cursé, y luego mi profesión de ingeniera industrial, es complejo cuando no ves modelos».

«Me protegían, era la diferente»


¿Cómo se sentía en ese momento? «Cuando yo estaba sola en clase como chica me sentía como Nemo. Me protegían, era la diferente. No me sacaban a la pizarra y el resto de la clase me ayudaba muchísimo. Decidí lanzarme a ese océano y cuando te lanzas a hacer cosas tienes dificultades. Acabé en una pecera. De ahí sales gracias a que trabajas y cooperas con peces muy diferentes. Para no sentirte extraña hacen falta referentes y es importante para mí que se visibilice a las mujeres profesionales en todos los ámbitos».

¿Está orgullosa de sus logros? «Estoy muy orgullosa. Siempre me ha encantado mi profesión. Me encantaban los números porque te permiten ir a otro lugar donde haces cosas. Me gustaba leer muchísimo porque me trasladaba a otro espacio. La informática es exactamente lo mismo. Te lleva a un mundo donde eres capaz de hacer cosas para resolver los problemas del aquí y el ahora. Poder trabajar en eso que te gusta no es un trabajo. Es una pasión. Invito a los chicos, pero sobre todo a las chicas, que piensen en grande para que lleguen a ser lo que quieran».

¿Qué era lo que más le preocupaba durante la pandemia? «Una sola cosa es compleja. Una frase que se repitió mucho fue que nadie se quedara detrás. Eso fue lo importante. Conseguir que toda la comunidad universitaria pudiera seguir haciendo sus labores bajo las restricciones tan complejas que nos tocó vivir».

«Hay muchos problemas y uno de los más grandes es la financiación»


Cuando tomó posesión de su cargo, declaró que era necesaria una financiación estable que garantizara un sistema universitario público sólido. ¿Cómo es la situación actual de la Universidad de La Laguna? «Hay muchos problemas y uno de los más grandes es la financiación. Durante estos cuatro años hemos solventado los distintos presupuestos gracias a que nos han permitido utilizar los remanentes líquidos de tesorería. Pero no tenemos esa financiación suficiente y estable. El Gobierno de Canarias ha trabajado en un contrato programa donde nos va a proponer una ayuda económica básica y luego otra en base a objetivos. Sobre la mesa ya está ese modelo cuantificado. Empieza a verse la luz».

También, durante la posesión del cargo, ha dicho que el mayor reto de la Universidad era la renovación de la plantilla ya que durante los siguientes 10 años se jubilaría el 55 % del personal docente. ¿Se ha conseguido resolver este problema? «Es un problema estructural y lleva tiempo. No está resuelto. Si que hemos avanzado digitalizando todos nuestros sistemas de información y abriendo un portal de ordenación docente donde tenemos todo el personal docente y el equipo de investigación con sus labores. Para ello, lo que hemos hecho es sacar todas las convocatorias de promoción».

¿Es difícil acceder a una plaza para dar clase en la Universidad? «Tenemos en la Universidad de La Laguna la suerte de que no hay lista de espera. Cualquier personal docente que se acredita a una nueva figura sale su plaza. Esto está muy vinculado con la financiación y en la medida que no tengamos una ayuda económica extraordinaria no vamos a poder hacer ese reto que tenemos».

La sostenibilidad como factor clave del cambio


¿En qué ha mejorado la Universidad estos cuatro años? «Si tengo que resumirlo en una palabra yo creo que hablaría de sostenibilidad. Queremos que la ULL sea, y creo que se está consiguiendo, más sostenible.  Esa inspiración de que necesitamos una universidad más sostenible creo que la hemos obtenido de una figura como César Manrique. Lo primero para poder tener ese espíritu abierto, libre y crítico es que consigamos hacer una formación mejor».

¿Ha cambiado la forma de dar docencia? «Nuestro alumnado ahora se relaciona de forma diferente y lee de forma diferente, con lo cual, tenemos que cambiar esa forma de enseñar. Hemos abierto nuevos títulos: ocho másteres y cuatro títulos de doctorado. Pero si hay algo de lo que me siento orgullosa es de los grados de Nutrición Humana y Dietética y del de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte».

¿La ULL se ha modernizado? «En la parte de modernización, Cesar Manrique consiguió hacer llegar ese arte moderno a cualquiera, incluso a quien no sabía de arte. Esa innovación nos llega porque nos abrimos al mundo. Somos más transparentes. En esto La Laguna ha mejorado muchísimo. Por ejemplo, el portal de transparencia avanza desde valores de cinco a una calificación de 9,69 que sacamos en 2020″.

Campus europeo


¿La universidad debe ampliar sus fronteras? «La Universidad de la Laguna tiene que ser internacional si quiere conseguir todos esos aspectos que nos involucran como son la formación, la investigación y la transparencia. Para eso estamos en una alianza europea con nueve universidades más y donde vamos a apostar por la investigación, la docencia y la transferencia. Este campus europeo está muy vinculado con la transferencia autonómica. Aunque somos internacionales, estamos preocupados por los retos de Canarias».

¿Hay interés en que se impartan nuevos grados? «Si hay demanda claro que sí nos gustaría. Pero yo estaría más focalizada en incrementar el número de plazas de las titulaciones que ahora mismo son altamente solicitadas y por falta de personal docente e investigador no podemos aumentar».

En abril de 2020 el Rectorado fue asaltado por un grupo de jóvenes que pedían su dimisión. ¿Cómo lo vivió? «Este tipo de actos no está en línea con el deseo de tener una sostenibilidad y cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Entiendo que hay muchos problemas. Cuando surgen hay que sentarse y resolverlos. De hecho, yo creo que ese cambio se ha producido porque la Universidad ha aprobado los nuevos estatutos. Solo desde el diálogo se puede llegar a soluciones y ha sido un aprendizaje para todo el mundo».

«Ha sido tal la tragedia que nunca es suficiente»


Un acontecimiento importante fue la erupción volcánica de La Palma. ¿Cree que ha sido suficiente la ayuda ofrecida? «Ha sido tal la tragedia que nunca es suficiente. En algunas ocasiones una de las acciones que he hecho es abrazar a las personas afectadas. Cuando te cuentan como lo están viviendo te das cuenta que es una tragedia».

¿Cómo se ha implicado la ULL con la ciudadanía de la Isla, sobre todo con el alumnado afectado? «Desde el día uno nos pusimos a trabajar. Primero, en lo más inmediato, que el alumnado afectado de los tres municipios no dejara de empezar el curso. Se estableció un grupo de trabajo desde el Vicerrectorado de Estudiantes que se puso en contacto con nuestro alumnado afectado. Se sacó una subvención para que ningún estudiante perjudicado se quedara fuera. Seguimos participando en el proyecto Revivir el Valle. También, ideamos un proyecto del que estoy muy contenta y que es Volcán de Talento».

Una de las novedades más destacadas de este curso es la eliminación de la convocatoria de septiembre que ahora se hará en julio por primera vez. ¿Esto perjudicará al alumnado? «Lo importante es que se siguen teniendo tres evaluaciones. También es relevante que entre una evaluación y la siguiente haya tiempo suficiente, un mes a ser posible. Con lo cual, no cambiará nada respecto a septiembre si se mantiene este plazo».

«Este es un año de transición»


¿Ofrece algún aspecto positivo esta nueva forma de organizar las convocatorias?  «Tenemos la ventaja de que solo corren dos convocatorias, por lo que académicamente tiene que ser mejor para el estudiantado. Este es el año de transición. Creo que va a ser bueno para el rendimiento académico. Lo que buscamos es que se siga manteniendo esas tres evaluaciones, separarlas lo suficiente, disminuir el número de convocatorias y, sobre todo, fomentar la evaluación continua».

En el caso de que siga como rectora después de las elecciones de abril, ¿qué ideas tiene pensadas para la Universidad? «Estamos en ello y hay que hacer el programa. Pero básicamente es consolidar esta transformación hacia la sostenibilidad que queremos».

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