El género Naegleria es un grupo de protozoos, considerados como organismos cosmopolitas a nivel global, que pueden aislarse de diferentes fuentes como el suelo o masas de agua principalmente. Dentro de las 47 especies descritas pertenecientes a este grupo, solo N. fowleri es capaz de producir enfermedad en los seres humanos, que consiste en una meningoencefalitis fulminante capaz de afectar de forma letal a menores y jóvenes, y por eso se la conoce como la ameba comecerebros. La tasa de mortalidad supera el 97 % de los casos reportados por la infección de este protozoo.
En el Laboratorio de amebas de vida libre del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, que dirige Jacob Lorenzo Morales y adscrito a la Universidad de La Laguna, se trabaja con este protozoo y la búsqueda de nuevas moléculas para su tratamiento. De hecho, fue el laboratorio que alertó de la presencia de la ameba comecerebros en la niña española, lo que ayudó a salvarla gracias al rápido diagnóstico.
Se trata de uno de los grupos de investigación en este campo más sólidos en los últimos años en el ámbito internacional. Un estudio bibliométrico recientemente publicado en la revista Acta Trópica así lo corrobora. Los datos analizados incluyeron artículos de la base de datos Web of Science, categorizados por países, instituciones, revistas, palabras clave, coautoría, colaboraciones internacionales y número de citas en los últimos cincuenta años entre otros. El país líder según el número de artículos publicados fue Estados Unidos de América, seguido de México y Australia. España ocupa la sexta posición y está representada únicamente por el laboratorio de la Universidad de La Laguna.
En la actualidad, no existen técnicas de diagnóstico ni tratamientos efectivos frente a estos patógenos. En lo que respecta al tratamiento, no se sabe con certeza qué principios activos emplear, ya que se ha comprobado que las combinaciones de diversos fármacos son eficaces contra Naegleria fowleri en el laboratorio, sin embargo, su eficacia es incierta porque casi todas las infecciones han sido mortales, incluso cuando se administró tratamiento con medicamentos similares a las personas enfermas.