En la semana del 8 al 13 de abril asistí al Nacional Base individual Divina Seguros de gimnasia rítmica celebrado en el Palacio Multiusos de Guadalajara. En el evento participaron clubes de todo el país, incluyendo a gimnastas del extranjero. Las categorías fueron prebenjamines, benjamines, alevines, infantiles, cadetes y juveniles. El nivel fue altísimo en todos los grupos, pero hoy no quiero centrarme solo en el talento, sino en los números, que también hablan por sí solos.
En total participaron cerca de 1700 gimnastas femeninas y 84 gimnastas masculinos. Además, si analizamos esta cifra desde una perspectiva más amplia, veremos que, a pesar de la gran diferencia que puede notarse a simple vista, no es un mal número. Cada año aumentan los participantes masculinos en competiciones como esta. España es, actualmente, pionera en permitir a los chicos competir en gimnasia rítmica en este nivel, incluso en niveles superiores. Esto no es cualquier dato, hablo de un avance importante hacia la inclusión de lo que históricamente se considera solo para mujeres.
¿Y por qué se consideró así? Porque existe un estereotipo muy arraigado en el que asocian este deporte con lo femenino, lo cual es falso. En nuestro país contamos con una cantera masculina impresionante, repleta de talento, esfuerzo y dedicación. Nombres como Eneko Lambea, Ander Olcoz, Mario Ruiz, Sergio Osés o Iván Fernández ya suenan fuerte en el panorama nacional.
Y no hace falta irse muy lejos. Aquí en Canarias también tenemos a Sergio Pérez o Cristofer Benítez, entre otros. Gimnastas que entrenan duro todos los días y que, más allá de competir, luchan por algo mucho más importante como la igualdad en la rítmica.
«Es el único deporte olímpico que no cuenta con una representación tanto masculina como femenina»
Ahora bien, si hablamos del tema olímpico, la cosa se vuelve aún más preocupante. En general, la mayoría de los deportes en los Juegos Olímpicos participan mujeres y hombres: fútbol, atletismo, natación, gimnasia artística… ¿Pero saben cuál es la excepción? La gimnasia rítmica. Hasta la natación artística presentó el año pasado en París una categoría mixta.
¿Por qué los chicos no pueden tener la misma oportunidad que las chicas? No hay razón válida para impedir su participación en la élite internacional. Al fin y al cabo, de forma general, quien practica este deporte lo hace porque realmente le apasiona. Y no existe diferencia de género en ese sentimiento.
Es cierto que en algunos países se han intentado crear competiciones para hombres, pero muchas de ellas se parecen más a la gimnasia artística, ya que se modifican los aparatos y puntúan diferentes cosas. Sin embargo, muchos gimnastas quieren competir con el mismo código que se usa actualmente en la rítmica femenina. Porque si se cambia tanto, deja de ser gimnasia rítmica, y eso no es lo que ellos quieren.
«Siguen entrenando, compitiendo y, sobre todo, haciendo visible una realidad que durante años fue silenciada»
Por suerte, ellos no se rinden. Siguen entrenando, compitiendo y, sobre todo, haciendo visible una realidad que durante años fue silenciada. En el Campeonato Mundial de Gimnasia Rítmica de 2023, celebrado en Valencia, se invitó a Gerard López, Cristofer Benítez, Ander Olcoz y Rubén Orihuela a realizar una exhibición, precisamente con el objetivo de dar visibilidad al talento masculino en esta disciplina.
Al final, el camino pasa por visibilizar, normalizar y apoyar. La gimnasia rítmica no entiende de género. Solo entiende de pasión, esfuerzo y arte. Y eso, tanto hombres como mujeres, lo tienen de sobra. Si desde los cargos más altos no hacen nada, seguiremos luchando y alzando la voz para que no se pierdan esta oportunidad.
Si hoy en día los chicos pueden competir en estos niveles es gracias a que no se han callado, a que siguen luchando por su lugar y por la igualdad que merecen.