La moda es una manifestación de autodeterminación. Foto: PULL

Vestirse sin reglas

Opinión

Afinidad, expresión y una manera de sentirse a gusto con quienes somos, eso es la moda. Durante siglos, la vestimenta ha estado marcada por normas de géneros estrictas, pero esas barreras están desapareciendo. Sin importar etiquetas y convencionalismos las personas deciden vestirse como realmente les gusta, yo lo hago. Nuestra forma de vestir influye en la construcción de nuestra identidad. Encontrar un estilo propio no es solo cuestión de estética, sino también de autoconocimiento.

La moda fluida nos permite experimentar con nuestra imagen sin tener que encasillarnos en los que se espera de una multitud según su género. A través de la ropa, expresamos emociones, personalidad y, en mucho casos, hasta nuestra evolución como individuos.

«Inspirarse en lo que vemos fuera es el primer paso para conocernos mejor»

En este cambio han sido clave figuras como Harry Styles, cantante que es un referente al romper con las expectativas tradicionales de vestimenta masculina. Con su estilo único, que incluye desde trajes de colores vibrantes hasta vestidos elegantes. Su forma de vestir es una declaración de libertad y autenticidad.

Romper las reglas también puede ser alta costura. Diseñadores como Palomo Spain han llevado esta moda a lo más alto de la industria, demostrando que no se trata de una simple tendencia, sino de una transformación real en la manera en que entendemos la ropa. Ver a estas personas romper barreras ha servido de inspiración para bastantes, normalizando la idea de que es para cualquiera, sin importar con lo que nos identifiquemos.

Muchas marcas han eliminado las etiquetas de género en sus colecciones, como el caso de Rad Hourani, el primer diseñador en presentar una colección cien por cien unisex en la Semana de la Moda de París. Es cierto que firmas como esta siempre han buscado atraer a un público más amplio. Por eso hay gente que cuestiona si su apoyo es genuino o simplemente una estrategia de marketing. Sin embargo, si no estuvieran realmente comprometidas con esta transformación, no permitirían que cualquiera se apropiara de sus prendas para expresarse con voluntad.

«Aún hay quienes creen que vestirse distinto es una amenaza»

Hay una parte de la sociedad que sigue viendo la moda fluida como una peligro a las normas tradicionales, lo que provoca rechazo y prejuicios. Todavía hay personas que no se atreven a vestirse como realmente desean por miedo a la mirada ajena, lo que demuestra que aún queda camino por recorrer.

Al final, la moda es una manifestación de autodeterminación. No hay una única manera correcta de vestirse, ni reglas que deban imponernos cómo debemos vernos. Lo importante es sentirnos conformes con nuestra propia identidad, dejando de la lado las opiniones ajenas. Vestirse es mucho más que ponerse ropa, es un acto de seguridad. La ropa deja de ser disfraz cuando se convierte en libertad.

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