Un equipo de astrónomos de la Universidad de Chile, en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y la Universidad de La Laguna (ULL), ha descubierto el primer Neptuno ultracaliente, que orbita alrededor de la estrella cercana LTT 9779. El planeta gira tan próximo a su estrella que su año dura solo 19 horas, por lo que la radiación estelar calienta el planeta a más de 1700 grados centígrados. A estas temperaturas, los elementos pesados como el hierro se pueden ionizar en la atmósfera y las moléculas se pueden disociar, lo que proporciona un laboratorio único para estudiar la química de los planetas fuera del Sistema Solar. El descubrimiento se ha publicado recientemente en Nature Astronomy.
El cuerpo pesa el doble que Neptuno, pero también es un poco más grande y, por lo tanto, tiene una densidad similar. Además, los científicos creen que este planeta, llamado LTT 9779b, debería tener un núcleo enorme de alrededor de 28 masas terrestres y una atmósfera que representa alrededor del 9 % de la masa planetaria total.
El sistema tiene alrededor de la mitad de la edad del Sol, con unos dos mil millones de años. Sin embargo, dada la intensa irradiación estelar, no se esperaría que un planeta similar a Neptuno mantuviera su atmósfera durante tanto tiempo, lo que proporciona un enigma intrigante que resolver: ¿cómo llegó a existir un sistema tan improbable?
«LTT 9779 es una estrella similar al Sol ubicada a una distancia de 260 años luz, a un tiro de piedra en términos astronómicos», comenta Enric Pallé, investigador del IAC y coautor del artículo, quien añade que «es muy rica en metales y tiene el doble de hierro en su atmósfera que el Sol, lo que podría ser un indicador clave de que el planeta era originalmente un gigante gaseoso mucho más grande, ya que estos cuerpos se forman preferentemente cerca de las estrellas con mayor abundancia de hierro».
Satélite TESS
Las indicaciones iniciales de la existencia del Planeta se hicieron utilizando el satélite TESS de la NASA, como parte de su misión de descubrir planetas en tránsito orbitando estrellas cercanas y brillantes en todo el cielo. Estos tránsitos se encuentran cuando un planeta pasa directamente frente a su estrella madre, bloqueando parte de la luz de las estrellas, y la cantidad de luz bloqueada revela el tamaño de la compañera.
La señal de tránsito se confirmó rápidamente a principios de noviembre de 2018 como procedente de un cuerpo de masa planetaria, utilizando observaciones tomadas con el instrumento HARPS (High Accuracy Radial-velocity Planet Searcher), montado en el telescopio de 3,6 m en el Observatorio de La Silla, de la ESO, en el norte de Chile. HARPS utiliza el método de la velocidad radial para medir las masas de los planetas y otras características orbitales. Cuando se encuentran objetos en tránsito, las mediciones de velocidad radial confirman la naturaleza planetaria de una manera eficiente. En el caso de LTT 9779b, el equipo pudo confirmar la naturaleza del planeta después de solo una semana de observaciones.
«El descubrimiento de LTT 9779b tan temprano en la misión TESS fue una completa sorpresa. La mayoría de los eventos de tránsito con períodos de menos de un día resultan ser falsos positivos», explica James Jenkins, profesor del departamento de Astronomía de la Universidad de Chile y autor principal del artículo.