La noche del sábado 12 de abril, el Espacio La Granja fue testigo de una velada tan íntima como intensa. Said Muti subió al escenario con lo justo: su guitarra, su voz y un puñado de canciones que calaron hondo. La excusa era la presentación de Criminales del Sueño, su nuevo trabajo discográfico, pero lo que vivimos fue mucho más que eso: fue una conversación sincera entre artista y público, cargada de emociones, humor y complicidad.
Desde los primeros acordes de Tu puñal en la espalda, quedó claro que Muti venía a desnudar su repertorio sin artificios, dejando que las canciones hablaran por sí solas. Temas nuevos como Pista libre y Cicatrices se entrelazaron con clásicos de su primer disco De Tripas Rock N’ Roll, como Viajando a Marte y Diez copas, generando una narrativa coherente que recorría toda su trayectoria.
Cada canción fue precedida por pequeñas anécdotas, historias y bromas con las que el músico tejió una conexión auténtica con el público. Fue como estar en el salón de su casa, escuchando no solo su música, sino también los latidos que la inspiran. Nos reímos, nos emocionamos y, por supuesto, cantamos.
Uno de los momentos más especiales de la noche fue cuando nos enseñó el estribillo de Ahora, para cantarlo junto a él. Y lo hicimos. Fuimos parte del concierto. Esa energía colectiva fue uno de los grandes triunfos de la noche.
También hubo espacio para homenajes y sorpresas. La versión de Miedo de M Clan estremeció por su crudeza emocional, y la ranchera Accidentes planeados trajo un sabor distinto, demostrando su versatilidad. No faltaron himnos como Latinos lejanos, Señor de las moscas y El forastero, ni el potente cierre con La chica de la puerta.
Said Muti demostró que no necesita más que su guitarra y su voz para llenar un escenario. Con Criminales del Sueño abre una nueva etapa, pero sin olvidar nunca sus raíces. Y quienes estuvimos allí, salimos con la certeza de haber compartido algo único. Como cómplices. Como criminales del sueño.
