No son monstruos

Opinión

Sentir el frío del invierno en pleno verano, mirar alrededor, sentirte perseguido y querer escapar sin motivo alguno, sentir que absolutamente nada tiene sentido, escuchar voces que no saben de dónde provienen, mientras las agujas de la incomprensión se clavan en la piel. Una de cada cuatro personas sabe de lo que se habla. Bienvenidos a la cruda realidad de los que sufren algún tipo de trastorno mental. Todo pasa, los tiempos cambian, el mundo evoluciona, pero nuestra sociedad sigue sin comprender, sigue sin ponerse en la piel, al contrario, se habla sin saber, se juzga sin pensar, se estigma sin argumentos y se pone la etiqueta de «loco» como algo peyorativo.

Nuestra cultura ha asociado los desórdenes mentales a términos con connotaciones muy negativas, que desgraciadamente se han generalizado, y lo peor de todo, se  ha convertido en un tema tabú, del que poco se habla. No todo es como aparece en las películas. Sí, seguro que cuando se comienza a hablar de este tema, a más de uno se le viene a la cabeza algún tipo con una máscara y un machete, sediento de sangre o  con la intención de matar a alguien.

Es hora de abandonar las etiquetas absurdas


Es hora de abandonar las etiquetas absurdas, es hora de dejar de encasillar sin fundamento. Durante las últimas décadas, afortunadamente, se han normalizado miles de cosas, ¿pero por qué no se termina de ver con mirada de desprecio la esquizofrenia, el trastorno antisocial o el trastorno bipolar?

Dentro de este marco existe un importante inconveniente, el de la discriminación y la exclusión. Esto puede comenzar a manifestarse durante los primeros años del paciente, por ejemplo en la escuela. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que aproximadamente el 20 % de los niños y adolescentes padecen este tipo de dificultades. Asimismo, puede posponerse a lo largo de la vida en diferentes ámbitos, como en el marco laboral, donde es normal sufrir episodios de trastorno de ansiedad o depresión. Vivimos en un planeta donde se mira al diferente como un ser despreciable.

Lo que necesitan es apoyo y compresión


Las personas con problemas mentales necesitan aceptación. A parte de un tratamiento específico, es importante el apoyo, la compresión y la trasmisión de valores de lucha y autosuperación. Estos son los únicos ingredientes para construir un mundo donde se sientan mucho más cómodas de forma intrapersonal e interpersonal.

Una solución clara ante todo esto podría estar en la concienciación desde muy temprana edad. Al fin y al cabo, la educación es la base de todo, pero el sistema educativo no se ha molestado nunca por dar una imagen integradora de estas enfermedades, ni se va a molestar. Los medios de comunicación, que gran influencia formativa tienen sobre la sociedad, tampoco se involucran. Según expone la asociación segoviana Amanecer, suelen trasmitir muchas falsas creencias dentro de este aspecto.

No son monstruos, no son bárbaros, simplemente son personas que intentan buscar su lugar ante la oscura visión de la ignorancia y la incomprensión. Debemos dar refugio, aceptar y dar la mano para ayudar, para que en sus caminos se encienda la luz y puedan caminar por la vida con una actitud favorable.

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