«Para que la creatividad funcione debe ser eficaz, irreverente y juguetona»

Cultura / Ocio

El Salón de Actos del TEA (Tenerife Espacio de las Artes) se llenó de creatividad e ingenio con la llegada de Vania Acosta, cofundador de Flecher.Co.  El director creativo interactuó con el público desde el primer momento y le hizo partícipe de la conferencia. Cristina Martins, moderadora de la charla, lo presentó como un ejemplo para muchas personas, ya que es considerado “un maestro y gran profesional”.

Tras los agradecimientos, Acosta comenzó con la presentación y aclaró: «Me llamo Vania. No Vaiana, ni Vaina». Destacó que, desde pequeño, lo confundían con una chica, ya que su nombre suele estar asociado a la figura femenina, aunque dice haberse acostumbrado con el paso de los años. Antes de comenzar la charla expuso, según él, una de sus rarezas: «como soy creativo, suelo ser impuntual».

Acosta Medina está vinculado a múltiples marcas. En la actualidad mantiene una estrecha relación con Flecher.Co (agencia de comunicación), Trashwood (marca fabricada por el creativo y vinculada a la restauración de muebles antiguos), la Universidad Europea de Canarias (docencia) y Casacitas (un foro que recoge el talento existente en Canarias).

La creatividad


Una vez finalizada su presentación biográfica, dio paso a su punto fuerte: la creatividad, «la gran ‘C’ desconocida hasta el momento». Es un concepto que se puede tratar de muchas formas y desde puntos de vista totalmente diferentes. Sin embargo, “hoy está dirigida a un lugar concreto y tiene un fin específico”, añadió.

Las piezas fundamentales para que funcione es que sea eficaz, es decir, debe cumplir un objetivo. El segundo elemento es que debe ser irreverente. Eso no implica que tenga que ser necesariamente agresiva para que funcione. Por último, tiene que ser juguetona, conectar con la persona y ser capaz de entretener. Todos estos elementos configuran lo que conocemos como creatividad.

Una vez explicado el concepto, el director realizó un test a los asistentes y configuró con ellos un proyecto de publicidad inventada sobre un perfume destinado a mujeres de clase media alta, de entre 25 y 40 años, algo poco convencional y muy audiovisual. La conjugación de todos estos elementos dio como resultado la campaña My mutant brain, de Kenzo World. Este cometido cumplió con los tres pilares fundamentales expuestos. De ahí, que Acosta insista en que: “No veo el mundo como la mayoría; no me conformo con que las cosas tengan que ser como nos dicen; siempre busco nuevas respuestas a las preguntas de siempre. Soy creativo”.

Periodista en potencia y coleccionista de imágenes. Si tuviera que definirme en una palabra, esa sería constancia. Insisto en que el mundo necesita gente que ame lo que hace.

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