Gordon Matthew Thomas Sumner solía ser un tímido profesor de Literatura amante de la música que dedicaba sus ratos libres a tocar en diversas agrupaciones. Un día, decidió dejarlo todo para perseguir su verdadero sueño. Y así, se convirtió en el bajista y la inconfundible voz de una de las bandas británicas más exitosas de la historia: The Police. Efectivamente, hablamos del músico inglés Sting, quien adoptaría su nombre artístico (picadura, en español) por un suéter de rayas negras y amarillas que lo hacía recordar a una abeja.
Aún con casi cuatro décadas de carrera en solitario, Sting en recordado por su gran aportación a The Police. No entendemos el concepto del grupo sin su figura. Lo más impactante es que, a pesar del tiempo que ha pasado desde su fundación, permanecen en el imaginario colectivo como el primer día. Y es que, rebuscando entre recuerdos, caigo en la cuenta de que Outlandos d’Amour, álbum debut de la banda, acaba de cumplir cuarenta y seis años. Casi medio siglo.
Un 2 de noviembre de 1978 veía la luz el trabajo en el que se incluían los sencillos Roxanne, So Lonely y I Can’t Stand Losing You. Los temas fueron grabados de manera rudimentaria, con cintas usadas, y muchos de ellos en una sola toma, porque ya habían sido ensayados en vivo. Su creación sólo fue posible gracias a Copeland, el batería y líder del conjunto; que pidió dinero prestado a su hermano para poder registrar las composiciones. No hay duda de que publicar música a finales de los setenta no era tarea sencilla.
La primera publicación de un artista no suele generar gran repercusión. Sin embargo, Outlandos d’Amour rompió con esta normatividad. Es más, sirvió como una excelente carta de presentación para The Police. Tuvo una excepcional acogida, posicionándose en ventas y convirtiéndose en un gran estreno para aquellos completos desconocidos. El secreto puede que se encontrara en la perfecta hibridación del rock y el reggae, géneros predilectos de la banda. Digamos que inventaron el reggae moderno.
«Gracias a Synchronicity la crítica musical catalogó a la banda de Sting como uno de los grupos más influyentes del último siglo»
A partir de ese momento y durante el resto de su trayectoria mantendrían la notoriedad, dejándose ver esporádicamente en las listas de éxitos europeas y estadounidenses. Pero ningún otro trabajo se pudo comparar con Synchronicity, el quinto y último disco.
Gracias a este proyecto, la crítica musical catalogó a The Police como uno de los grupos más influyentes del último siglo. Por si fuera poco, lograron una nominación al mejor álbum en los Grammys de 1983, aunque terminó llevándoselo Michael Jackson por su obra cúspide, Thriller.
En Synchronicity se encontraba la canción que los consagró y condenó por ambas partes, Every Breath You Take. Este tema logró vender más de ocho millones de copias en Estados Unidos y se alzó con el primer puesto en los charts ingleses y americanos. Sus ambiguos versos, según ha destacado Sting más de una vez, fue la clave de su éxito. «La letra trata sobre celos y control, pero la gente piensa que es de amor», confirmó el cantante en una entrevista de 1983 para New Musical Express.
No obstante, la excesiva fama nunca trae nada bueno consigo. En este caso, las constantes giras, la gran popularidad de Every Breath You Take y la presión mediática crearon una gran tensión entre los tres integrantes. Cuando la convivencia ya era insostenible, interrumpieron su actividad . En 1985 Sting inició una nueva etapa como solista y en 1988 lanzó su sencillo más conocido hasta la fecha, Englishman in New York. El vídeo oficial estuvo al cargo del director David Fincher.
Entonces, ¿cuál ha sido el legado de The Police? Lo que convierte un proyecto en una obra maestra es su capacidad de experimentar. Hace cincuenta años si una emisora decidía no poner una pieza, nadie la escuchaba. Y esta decisión se basaba, por lo general, en la innovación que aportaba. En otras palabras, la agrupación arriesgó con sus temáticas a tratar y con sus fusiones de sonidos, y por eso resultaron impactantes para su época. Si incorporamos la voz y los poemas de Sting, obtenemos el toque único y especial que hizo perdurar en el recuerdo a la banda. ¿Qué se podría esperar de un viejo profesor de Literatura?