«Poder adquirir prendas de grandes marcas no te da más estilo»

Sociedad

Soñador, optimista, melómano y algo antipático. Así se describe Álvaro Jiménez en su blog de moda El Armario Á.J., portal que nació en noviembre de 2012 y que ha convertido al graduado en Turismo por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria en uno de los pocos influencers masculinos de la isla de Lanzarote y del Archipiélago en su conjunto. Por ello, fue galardonado con el premio a Blog de Bloggers en 2015, en la III edición de los Premios Fashion&Outlet del Centro Comercial Las Terrazas en Gran Canaria.

Con 3011 fans en Facebook, 1000 en Twitter y más de 8ooo seguidores en Instagram, el joven de 23 años combina en su web la publicación de diferentes looks con su pasión por la escritura y la fotografía. Además, utiliza su tirada para participar en proyectos sociales, como por ejemplo la campaña organizada por Giorgio Armani #1día10litros, con el fin de concienciar sobre la escasez de agua existente en algunos países.

Uno de los requisitos principales de un bloguero de influencia es tener una clave que le permita conectar con su público. ¿Cuál es la tuya? «Ser tú mismo. Cuando una persona te sigue lo que busca es verse reflejado en lo que haces. Mostrarte como eres es la llave para tener éxito».

En los looks que publicas observamos que una de tus preocupaciones es mostrar que podemos vestir bien sin necesidad de gastar grandes cantidades de dinero. ¿Qué opinas acerca de la percepción que impera o imperaba en la sociedad acerca de la importancia de adquirir prendas de grandes marcas para no caer en una posible exclusión social? «Creo que, en cierto modo, esta discriminación sigue existiendo. Sin embargo, yo no creo que por poderte permitir la adquisición de ciertas marcas de alta costura tengas más o menos estilo. Tener dinero para comprar esas prendas no implica saber llevarlas. Por lo tanto, se puede vestir a la moda sin invertir grandes cantidades de dinero».

Una de las fotografías del Instagram de Álvaro Jiménez en Portugal.

¿Cuál es el perfil general de tus seguidores? «En general se trata de jóvenes de entre 20 y 30 años, interesados en el mundo de la moda, de la fotografía y de las redes sociales. Además, las estadísticas me chivan que el 60 % son hombres y el 40 % mujeres».

¿Qué red social te parece más útil para promocionar los contenidos de tu blog? «No es un secreto que Instagram se ha convertido en los últimos años en la red social por excelencia. Pero sí es real que no toda la interacción que ofrece esta plataforma se convierte en tráfico real para el blog. La visibilidad la aporta Instagram, pero los lectores fieles los da Facebook».

¿Vivir en Canarias se convierte en una barrera para crecer en el mundo blogger?  «Sí. Es cierto que en el las Islas jugamos con la ventaja del buen clima que hace y de los paisajes indescriptibles que tenemos. Pero a la hora de socializar es muy complicado, porque la mayoría de eventos dedicados a este mundo se desarrollan en Barcelona o Madrid. De hecho, yo semanalmente recibo invitaciones a actos que se celebran en Madrid, y por razones obvias no puedo asistir».

«No toda la interacción que da Instagram se convierte en tráfico real para el blog» 


Los blogueros masculinos en Lanzarote son muy escasos, tú eres uno de esos pocos. ¿A qué crees que se debe? «No sabría decirte la razón exacta. Es verdad que, a día de hoy, no conozco a ningún bloguero masculino en Lanzarote. Puede ser que los haya, no me atrevería a decir que soy el único. Tal vez la razón sea que a la gente le gusta verlo desde fuera, pero no quiere o no se atreve a vivirlo desde dentro».

Hace unas semanas participaste por primera vez en el Influencers Market Lanzarote junto a otras dos influencers de la Isla, Laura Ramírez (@depetitsmoments) y Lai Torres (@lai_onyxay). ¿Cómo fue la acogida por parte del público? «Muy buena. Es cierto que lo hicimos en un centro comercial con gran afluencia de gente. Entonces muchas de las personas que acudieron al market no iban especialmente para eso, sino que estaban de paso. Muchos de los asistentes se quejaban de la poca promoción del evento, a pesar de que lo promovimos por las redes sociales y por diferentes vías como el reparto de folletos en diferentes comercios».

¿Percibiste algunas diferencias respecto a tus compañeras por tratarse, en tu caso, de moda masculina? «Sí. Partiendo de la base de que ellas eran dos y que la ropa de mujer abundaba más que la de hombre, creo que los hombres quizá, me atrevo a utilizar el cliché, estamos menos acostumbrados a estas acciones. No digo que sea lo correcto, pero creo que aún cargamos un poco con ese lastre, aunque, por suerte, cada vez menos».

«Las marcas se han dado cuenta de que invertir dinero en campañas con influencers puede traducirse en mayores ventas»


¿Qué importancia le das a la bidireccionalidad que permiten las redes sociales a la hora de determinar los contenidos de tu blog?  «Me encanta compartir contenido y recibir el feedback de los seguidores. Es una forma de ver qué gusta más, qué gusta menos. Puedo incluso crear nuevos contenidos a partir de lo que me aportan. Es también una vía para estar más cerca de ellos. Creo que es un beneficio para ambas partes».

¿En algún momento has pensado en utilizar esa tirada que poco a poco has ido obteniendo para transmitir alguna idea o proyecto social? «Sí. En estos casi cinco años de andadura con el blog he participado en algunas campañas de contenido social impulsadas por diferentes marcas. A pesar de que no estuvieran ligadas directamente a la temática de mi portal, me han parecido muy interesantes. Por ejemplo, la campaña #1día10litros organizada por Giorgio Armani. Cogieron a un grupo de blogueros y los retaron a estar durante un día con tan solo 10 litros de agua. El propósito era concienciar acerca de la escasez de agua que existe en muchos lugares. Otro de los proyectos en los que he participado es #LaOtraNavidad, impulsada por Ikea en la que se pretendía incitar a la reflexión sobre las toneladas de comida que se desperdician durante la época navideña».

Álvaro Jiménez en Lanzarote. / Foto: Natalia G. Vargas

Una de las principales críticas que en la actualidad se hace a los influencers es que se trata de un trabajo «fácil». ¿Qué opinas acerca de esta percepción? «En mi caso, no te puedo hablar como influencer que vive de ello, porque no lo soy, pero no es un trabajo fácil. Obviamente no se compara con otros trabajos que requieren esfuerzo físico, como bajar a la mina a picar piedra, pero sí es un trabajo que requiere bastante organización, dedicación y constancia. Si quieres mantener una regularidad tienes que llevar un ritmo de trabajo bastante acelerado. También es verdad que lo bueno es que tú puedes marcar tu propio ritmo. Yo publico dos veces en semana, si bien es cierto que a veces me resulta complicado por mi trabajo».

¿Se puede vivir de un blog? «Sí, claro que se puede. Hay muchísimas maneras de monetizar un blog. Sí es verdad que en ese caso ya te lo tienes que tomar como trabajo».

Desde tu experiencia, ¿cómo utilizan las marcas de moda esta nueva forma de llegar al consumidor? «Creo que es una técnica en construcción pero que avanza a pasos agigantados. Desde hace unos años, las marcas se han dado cuenta de que en lugar de invertir dinero en campañas publicitarias, invertirlo en campañas con influencers, puede traducirse en mayores ventas».

En tu blog no solo podemos encontrar looks, sino también algunos textos escritos por ti, ¿qué te aporta la escritura? «Al igual que el blog en su momento era una vía de escape para mis curiosidades, la escritura también lo es. Desde que tenía 16 años la he utilizado para plasmar pensamientos o cosas que me pasaban por la cabeza. Incluso, los últimos textos que he publicado han tenido más aceptación que algunas entradas de looks. No sé si por lo personal de la entrada o por lo inusual».

«Me he planteado aparcar el blog y dedicarme a las redes sociales, pero no lo he hecho porque mantenerlo puede marcar la diferencia»


También en algunas ocasiones has recordado tu pasión por el baile moderno. ¿Cuál crees que es el estado de este tipo de estilo en Lanzarote? «Yo empecé a bailar con 15 años en Lanzarote y estuve cuatro años volcado totalmente en esta vocación. Dedicaba cuatro o cinco horas diarias al baile, pero por cuestiones de trabajo y de estudios lo tuve que dejar y me dio muchísima pena. Hoy en día me encantaría volver, pero la oferta en Lanzarote es casi nula. Hay muy poca gente que apueste por este tipo de disciplinas y creo que es una pena porque hay una muy buena cantera en la Isla.

¿En algún momento has pensado en dejar el universo blogger? ¿Por qué? «Sí. Todos los principios son difíciles pero con los años te das cuenta de que te ocupa mucho más tiempo de lo que esperabas y tienes que empezar a priorizar. No lo he dejado porque es algo que hago por vocación. En los últimos meses me he planteado aparcar un poco el blog y dedicarme más a las redes sociales, pero no lo he hecho porque creo que mantenerlo puede ser algo que marque la diferencia».

¿Algún plan de futuro que nos puedas anticipar? «Tengo varios en mente pero no puedo confirmar ninguno. Algo que sí puedo decir es que en los próximos meses me gustaría abrir un canal de YouTube, pero no sé si estoy preparado».

 

Lo último sobre Sociedad

Ir a Top