La profesora de la ULL también es divulgadora científica. Foto: PULL

Marta García: «La sarna no es una enfermedad ligada a la pobreza»

Ciencias de la Salud

Marta García es doctora en Medicina y Cirugía por la Universidad de La Laguna (ULL). Además de ser profesora titular de Dermatología es divulgadora científica, autora de más de un centenar de publicaciones a nivel nacional. En la actualidad, compagina su docencia con su trabajo en el Centro de Investigación y Terapéutica Dermatológica en Santa Cruz de Tenerife. Ha escrito diversas publicaciones en las que trata temas como la dermatitis o la escabiosis, también conocida como sarna. Por ello, alerta de un reciente aumento de los casos en las Islas.

¿Qué es la sarna y cuáles son los síntomas que experimentan las personas infectadas? «Es una infestación producida por un ácaro. Los síntomas principales son picor, prurito de predominio nocturno y lesiones sobre todo en flexura de muñecas, zonas interdigitales de las manos, tronco, zona de mama en mujeres y genital en varones».

¿Por qué se ha producido un aumento de los casos de sarna en Canarias recientemente? «Desde el año 2020 la Organización Mundial de la Salud previene sobre lo poco vigilada que está esta infestación a nivel mundial. En países como Indonesia, el hacinamiento hace que la incidencia sea realmente alta. Actualmente, con los viajes, cualquier infección se propaga por todo el mundo, como ya nos enseñó la Covid-19. En Europa, en España y en Canarias, desde hace aproximadamente un año, la incidencia ha aumentado de forma muy importante».

¿Cuáles son las medidas preventivas para evitar contraer la sarna? «La sarna se adquiere por contacto directo, piel con piel o por los denominados fómites. Tradicionalmente, el contacto infectante se producía al dormir en la misma cama. Los huevos, ninfas y los propios ácaros quedan en el pijama, las sábanas. Compartir toallas, ropa o ver la televisión en familia puede ser suficiente para contagiarse. Por tanto, una vez que aparecen los síntomas la persona afectada debe evitar el contacto directo para evitar su propagación.

«El contagio se suele realizar de noche por el ciclo vital del ácaro»


¿Cómo se puede tratar la sarna y cuál es el proceso de recuperación para las personas infectadas? «El tratamiento debe realizarse por parte del núcleo familiar donde esté la persona infectada de forma simultánea. Asimismo, se debe avisar a posibles contactos. Se utiliza una crema específica y, en algunos casos, también tratamiento oral de noche. Se duerme con la crema puesta y se retira en la ducha de la mañana, durante una semana. Según el caso y la cronicidad pueden establecerse más aplicaciones. Toda la ropa de cama, toallas y prendas que nos hayamos puesto con anterioridad deben lavarse a cincuenta grados. Lo que no se pueda lavar, se debe guardar en bolsas cerradas durante una semana, pues lo ácaros sobreviven fuera del cuerpo hasta treinta y seis horas y las larvas, siete días».

¿Existe alguna preocupación en relación a la propagación de la sarna en las escuelas y otros lugares públicos? «El contacto entre personas tiene que ser estrecho, no hay camas en escuelas o lugares públicos. No se contagia por sentarse en el mismo sillón en el parque o por usar la misma silla en un restaurante. El momento del contagio suele ser la noche, por el ciclo vital del ácaro».

¿Cuáles son los grupos de personas que corren mayor riesgo de contraer la sarna y por qué? «El hacinamiento es el principal factor de riesgo. Por eso los países en vías de desarrollo o zonas más deprimidas en las que muchas personas comparten camas contribuyen a mayor número de casos. Viajar a países y alojarse en lugares con poca higiene o realizar turismo sexual pueden suponer un foco de contagio.
En nuestro medio, compartir camas en casas de familiares o amistades, hoteles, albergues u hostales, sin las correctas medidas de higiene, es un factor de riesgo».

«Los viajes generalizados han contribuido a su expansión por el mundo»


¿Cree que la sarna es una enfermedad subestimada y poco comprendida en general? «Se pensaba que era una enfermedad ligada a la pobreza y, en general, los países en vías de desarrollo tienen una mayor incidencia, pero los viajes generalizados han contribuido a su expansión por el mundo. Se trata de una infestación como los piojos o pediculosis, a la que tan acostumbrados estamos en Canarias. Nada que ver con la higiene. Hay epidemias en los colegios. No hay que estigmatizar a quiénes la padecen. Se establece un buen diagnóstico, un tratamiento correcto de las personas y los contactos, nada más».

¿Cómo pueden las personas contribuir a frenar la propagación de la sarna en su comunidad? «Hay que ser conscientes de que tener un picor de predominio nocturno, lesiones sobre todo en manos y flexuras de muñecas pueden ser claros signos. Una vez se diagnostique, realizar el tratamiento completo y avisar a nuestros contactos para que estén pendientes de la aparición de síntomas o se traten si el contacto ha sido muy directo».

¿Qué medidas cree que deberían tomar las autoridades sanitarias para abordar el aumento de los casos de sarna en Canarias? «Concienciar a la población de que existe un aumento de casos y de la importancia de contactar con los Centros de Atención Primaria en los que, de forma telefónica o presencial, pueden pautar la terapia adecuada».