Según cifras de UNICEF, 6 de cada 10 niños del mundo, de entre 2 y 14 años, sufren maltrato físico a diario. Esto representa que alrededor de 1.000 millones de menores son maltratados. 1 de cada 7 niños sufre agresiones físicas, y al menos 19 000 de ellos permanecen bajo la tutela de la administración. En Canarias, existen casi 4.000 situaciones de riesgo y 1.500 menores están bajo la acogida del Gobierno regional. Tal y como revela un estudio realizado en el Archipiélago, el 73 % de los casos de maltrato infantil son por negligencia, el 17% por maltrato emocional, el 7 % por daño físico y el 3% por abuso sexual, tal y como informan el IASS (Instituto de Atención Socio Sanitaria) y el Gobierno de Canarias.
Ana Vanesa Hernández, trabajadora social experta en menores y mujeres, explica que su labor consiste en encargarse del área de lo que se llama Investigación previa. Con el IASS y con la Dirección General del Gobierno de Canarias se hizo un protocolo de evaluación sobre qué nivel de riesgo o qué tipo de intervención hay que hacer con cada familia. “Nosotros lo que hacemos es citar a la unidad familiar, y en base a lo que nos llega hay que seguir un protocolo para ver si ese caso es un caso de prevención, de riesgo, o de desamparo”, explica. Existen muchos tipos de maltrato, pero comenta la experta que “aparecen sobre todo casos de tipo psicológico, principalmente en la separación de los padres. También se dan abusos físicos, pero son más delicados”.
“Tanto para bien como para mal todo lo que le pase a un niño se le queda marcado”
A pesar de la creencia popular, el objetivo principal de un trabajador social en este campo, a parte de la protección del menor, es la reinserción de los padres con sus hijos en el seno familiar. Vanesa Hernández dice: “Queremos que el niño o la niña siempre se quede con sus padres, que es donde tiene que estar, con su familia en el ambiente que conoce”. “Al final el objetivo es que el menor regrese con su familia biológica, que es otra cosa que la sociedad no entiende, ¿Cómo un niño que se ha quitado de su entorno por maltrato puede regresar a él? Porque se trabaja con los progenitores durante meses, o incluso años, hasta que esté preparada”, declara.
Daños psicológicos
Romen Hernández Díaz es psicólogo, y ha decidido tratar un tema poco común, el de las secuelas que adquieren las víctimas tras el maltrato. El abuso puede tener dos conductas: Existe la posibilidad de que la persona afectada posea una capacidad un cerebral resiliente, pero existen casos en los que la víctima desarrolla un trastorno de ansiedad y fobias a su cuerpo, así como alteraciones del comportamiento. Cuando un niño reprime el trauma desarrolla personalidades con trastornos en la adultez bastante complejos. Esto es debido a que escondió este sentimiento y elaboró una conducta antisocial, arisca o de no aparente socialización, incluido el miedo al afecto con trastornos del vínculo o del desapego. Todas las secuelas dependen del momento de la detección”, comenta.
Habla de cómo toda secuela psicológica perdura, pues “la persona no supera del todo lo que le ha pasado, pero con ayuda puede ir liberando esos sentimientos y aceptando de una manera diferente la realidad”. En relación a esto, reflexiona también acerca de cómo la cultura y la mentalidad de la sociedad puede afectar, tanto de manera positiva como negativa, a la asimilación y aceptación de los sucesos trágicos o traumáticos.
¿Son correctas las medidas oficiales?
“La Dirección General no está preparada para dar respuesta a las situaciones de riesgo que hay en Canarias. Los recursos que se emplean son limitados y torpes, no evalúan. A pesar del número de casos que necesitan atención, no hay profesionales suficientes para poder llevar toda la necesidad que hay”, denuncia el terapeuta. Critica que: El sistema no se encarga de proteger al menor, no hay una comunicación ni una integración constante por parte del personal del sistema que facilite la vida del menor o su reintegración en una familia, ya sea la suya o una ajena. Cabe destacar que se ha producido una bajada de miles de euros en las subvenciones del Gobierno en este campo, y esto supone un problema grave, sobre todo a nivel social.
