El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Universidad de La Laguna ha elaborado un documento informativo que aporta consejos sobre cómo evitar posibles problemas de salud derivados del teletrabajo, habida cuenta de que la mayoría de la plantilla docente y administrativa de la institución está realizando sus tareas de manera remota con motivo de la declaración de estado de alarma por el COVID-19. La Guía explica que los mayores riesgos a los que se exponen las personas que teletrabajan son los trastornos musculoesqueléticos y la fatiga visual, que se derivan de un mal diseño del puesto y de una mala higiene postural.
Sobre el diseño del entorno de trabajo, apunta que la pantalla debe estar situada frente al usuario, entre los 40 y 90 centímetros de distancia, a una altura en la que los ojos coincidan con la primera línea de la pantalla, y orientada de tal modo que evite reflejos, entre otras recomendaciones. También aclara la indicación adecuada del teclado y las características idóneas de la mesa de trabajo y la silla, que en la medida de lo posible debería ser con altura e inclinación regulables.
Evitar lesiones musculares
Para evitar tanto las lesiones musculares como la fatiga visual, el Documento hace hincapié en una correcta postura durante el trabajo. Para lograrla se recomienda el uso de reposapiés y que tanto las piernas como los antebrazos, y los muslos respecto a la espalda estén en un ángulo de, aproximadamente, 90 grados.
También propone una serie de ejercicios de estiramientos para cuello, hombros y espaldas, si bien recuerda que, antes de hacerlos, si se poseen otras dolencias previas, hay que asegurarse de que los ejercicios propuestos no sean incompatibles con dichas lesiones diagnosticadas. También se proponen medidas contra la fatiga visual, que pasan por ejercicios específicos y recomendaciones como tener una buena iluminación y tener una adecuada ubicación de a pantalla.
Finaliza con una serie de recomendaciones generales para evitar la sensación de aislamiento, el exceso de trabajo y la carga mental: delimitar un horario claro, separar el ámbito laboral del familiar, realizar pausas cortas y frecuentes, realizar estiramientos cada hora y tratar de establecer comunicaciones periódicas con compañeros por correo, wasap, videollamada u otro medio, con el fin de minimizar el riesgo de aislamiento.