Pasar del mar a la montaña nunca fue tan fácil. Tampoco se entreteje el azul y el verde, que dan lugar al más valioso amarillo de Canarias, con tanta inmensidad en otro lugar del Archipiélago. Explorar cada rincón como si ante una obra de arte se estuviera, observar el atardecer más bravo a 2426 metros de altura en el Roque de los Muchachos, sucumbir una y otra vez a los encantos de La Palma. Isla Bonita, preciada y adorada.

La Palma: dos años después
Viviendas bajo la tierra, paisajes irreconocibles y más de siete mil personas evacuadas durante los 85