Adriana González: “Detrás del traje está el trabajo de todo un equipo”

Sociedad

Desde hace años, la Villa Mariana se viene sumando a la lista de municipios en los que el Carnaval y la diversión conquistan las calles. Así, no es raro encontrar paseando al Ejército Imperial de Star Wars, ver a las drag queen practicando sus acrobacias imposibles o alucinar con la proclamación de un monarca por vías democráticas. Este año, la estudiante de Magisterio de la Universidad de La Laguna, Adriana González Rodríguez, ha resultado elegida Reina del Carnaval de Candelaria tras la gala del pasado viernes 2 de marzo. Con un diseño de Sito Rouvas y Nairomi Acosta, y bajo el lema Sedúceme, la joven barrancohondera se alzó con la corona. Las candidatas Kristel Expósito, Noemí García, Carolina Izquierdo y Marilia Rodríguez completaron la corte de honor.

¿Cuál es tu primer recuerdo del Carnaval? “Es difícil escoger una imagen concreta. Los recuerdos que guardo con mayor aprecio son aquellos en los que  actué por la calles de Candelaria con el Ballet de Alicia Fariña, el grupo de baile que me ha visto crecer. También me acuerdo con cariño de los últimos años del colegio, cuando íbamos en manada a Santa Cruz acompañados por nuestros padres y amigos. Desde esa época ya éramos unos noveleros”.

Te has convertido en la portadora del más codiciado título de estas fiestas. ¿Cómo has vivido esta experiencia? “Sobre todo, con muchos nervios. Lo cierto es que al principio no tenía mucha ilusión, pero mi hermana, que también baila en Tropicana y es una apasionada del Carnaval, me convenció. Después, a medida que fui ensayando y viendo el traje, me iba emocionando. El día de la gala, justo antes de salir, no pude aguantarme las ganas de llorar; hasta el último día no ves la fantasía completa y creía que no era capaz de empujarla yo sola. Además, el suelo estaba mojado por el salitre y yo llevaba unos tacones de 20 centímetros».

“Del baile he aprendido que el espectáculo debe continuar aunque salga todo mal”


Imagino que sentirías mucha presión… “Sí. Pero no por mí, sino por el trabajo de toda la gente que está detrás del disfraz. Aunque me echaron la bronca porque se me corrió el maquillaje, luego llegaron mis amigas, que también actuaban esa noche, y me animaron. Cuando me subí al escenario no podía pensar en nada: solo sentía adrenalina. Una vez terminé y me di cuenta de que podía hacerlo, automáticamente me entraron ganas de desfilar de nuevo. Del baile he aprendido que, pase lo que pase, hay que darlo todo siempre: el espectáculo debe seguir adelante”.

¿Qué significa para ti ser Reina del Carnaval de Candelaria? “En pocas palabras, ha sido una experiencia única que no me hubiera imaginado ni en mis mejores sueños. Cada vez que anunciaban un nuevo título, pensaba que iban a decir mi nombre. Incluso cuando todo acabó seguía estando nerviosa”.

Por las inclemencias del tiempo, hemos tenido que esperar una semana para poder verte desfilar. ¿Qué supuso esta demora? “Pues acumular más nervios, aunque tuve tiempo para ensayar durante más días con la estructura. Es cierto que hubiera podido disfrutarlo más si se hubiera celebrado en la fecha prevista. Hubiéramos tenido la oportunidad de acudir, por ejemplo, al concurso de murgas. Nosotras nos presentamos el viernes y ya el sábado teníamos el coso. No contábamos con esa semana de diferencia para procesarlo”.

“Me gustaría cambiar la visión de la educación para que la gente dignifique de una vez por todas la figura del maestro”


¿Cuál ha sido la preparación que has recibido junto a tus cuatro compañeras? “La verdad es que solo tuvimos dos ensayos generales, pero recibimos mucho apoyo de los diseñadores, que nos indicaron cómo teníamos que movernos por el escenario, entre otras cosas. Personalmente, ensayaba en mi casa con la música para cuadrar los cambios y que no se me pasaran los 3 minutos en el escenario. Además, tuve que aprenderme la canción, que era en inglés. Las candidatas teníamos la suerte de saber bailar desde antes, así que nos salió muy natural. Como ya nos conocíamos casi todas, fue como compartir el escenario con amigas. Con los diseñadores también tuve mucha suerte, nos llevábamos genial y siempre eran muy graciosos y simpáticos conmigo. Estoy muy agradecida, con ellos, con los maquilladores y con el resto del equipo”.

¿Qué tiene la fiesta mariana que no tengan otras de la Isla? “El Carnaval candelariero es, desde luego, mucho más familiar y cercano. Lo vives de otra forma, porque es para tu gente; allí te conoce todo el mundo. En el coso, por ejemplo, me paraban para saludarme”.

Este nuevo cetro se suma al de Reina de Barranco Hondo en 2016 y al de Primera Dama de Santa Ana en 2017. La pasarela no te resulta ajena. ¿Piensas dedicarte a esto de manera profesional? “No. Simplemente lo hago porque me gusta y quiero vivir experiencias nuevas. Es cierto que soy la imagen de AmaloA, pero prefiero centrarme en mi carrera universitaria. Estudio Magisterio en la ULL y me encantaría dedicarme de pleno a eso. Creo que necesitamos arrancar esa parte frívola del sistema e impulsar la creatividad y los buenos valores entre los más pequeños. En definitiva, me gustaría cambiar la visión de la educación para que la gente dignifique de una vez por todas la figura del maestro”.

“Estoy a favor de que los hombres puedan presentarse a Rey del Carnaval. ¡Sería innovador y espectacular!”


¿Cuál es tu opinión acerca de este tipo de certámenes en los que se pone el foco en la belleza de las candidatas? “Desde esa perspectiva, estoy de acuerdo con que se convierte a la mujer en un reclamo sexual. Hay que matizar que la Gala de la Reina no se centra en la belleza, sino en el traje y cómo lo defiende la candidata. Por otra parte, en los grandes certámenes, como Miss World Tenerife, sí que hay mucha competitividad y se cosifica a la mujer. A nivel local, sin embargo, creo que estos concursos persiguen otro tipo de objetivos. Se llevan a cabo para unir al pueblo y disfrutar en familia”.

¿Consideras que es sexista la Gala de Elección de la Reina? «Pienso que esto se puede paliar poco a poco, como ya ha ocurrido con la introducción de las murgas femeninas o con la inclusión de mujeres en las galas de drag queen. De hecho, me encantaría poder ver a los hombres subidos al escenarios para reclamar su título de Rey del Carnaval. Sería algo innovador y espectacular, además de un paso en pro de la igualdad. Por cierto, estaré en la manifestación del 8 de marzo. Los derechos por los que se va a luchar ese día han de ser defendidos por todo el mundo”.

¿Te animarías con el concurso de Santa Cruz? “Volvería a repetir en Candelaria porque te quedas con ganas de más, para mejorar y disfrutar de nuevo. Sé que en Santa Cruz, sin embargo, la preparación es muy dura y la presión es mayor. No lo veo muy claro en un futuro cercano, pero no lo descarto para más adelante. Nunca se sabe”.

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