Hace diez años, la Asociación de Familias Adoptivas Copile, ubicada en Tenerife, puso en marcha el proyecto Ninguna niña ni ningún niño sin Reyes Magos. La iniciativa solidaria, cuenta Pilar Coello, presidenta de Copile, surgió tras visitar a una familia que necesitaba ayuda. «Le preguntamos a la niña de la casa por sus regalos de Navidad. Nos contestó que los Reyes eran tontos porque nunca le traían lo que ella pedía. La pequeña decía que siempre recibía una muñeca», relata la presidenta.
A raíz de la experiencia, desde Copile se puso el foco en las consecuencias de crecer en el seno de la vulnerabilidad: «Crecer en situación de vulnerabilidad es muy difícil, pero en Navidades quienes todavía son menores pasan aún más desconsuelo. La magia de la Navidad, en sus casos, no existe». A través del proyecto Ninguna niña ni ningún niño sin Reyes Magos, la Asociación recoge las cartas escritas por los niños y niñas en riesgo de vulnerabilidad. Tras esto, se busca a un grupo de personas que, de manera voluntaria, deseen apadrinar una carta, es decir, hacerse cargo de la misma.
«Los padrinos y madrinas, dentro de sus posibilidades, compran lo que piden en las cartas», explica Coello y agrega que el objetivo principal es que el día 6 de enero «cualquier infante pueda disfrutar de la magia de los Reyes Magos». La presidenta de la Asociación, constituida en el año 2003, reconoce que, con el paso de los años, ha habido un incremento en la cantidad de cartas recibidas. En palabras de Coello, «después de la Pandemia hubo un gran repunte». El proyecto comenzó con veinticinco cartas. El año pasado, Copile recibió doscientas nueve y, este año, ya hay apadrinadas un total de 147.
«Hay cartas en las que solo piden una colonia o unos calcetines»
Pilar Coello asevera que, en muchos de los casos, «solo piden una colonia o unos calcetines». Subraya que, además, se verifica que las familias que reciben la ayuda están en riesgo de exclusión y que la situación es limitada. Asimismo, recalca que, los colegios y comedores sociales, también colaboran. «Poco a poco hemos ido recibiendo más ayuda, pero ojalá el año que viene no haya ninguna carta».
Según el Informe Arope, Canarias es la segunda comunidad autónoma, por detrás de Extremadura, con mayor porcentaje de personas en riesgo de pobreza y de exclusión social, lo que sitúa a un 36,2 % de la población isleña es riego de vulnerabilidad. Casi 788 000 personas en las Islas Canarias se encuentran en riesgo de pobreza y de exclusión social.
«Tenemos donativos de alimentos y cada día hay más personas que solicitan esta ayuda. La realidad es que los bancos de alimentos están desbordados y, si no colaboramos las diferentes asociaciones, sería aún más complicado cubrir las necesidades», afirma la presidenta de Copile. En sus palabras, «no estamos hablando de familias que no pueden comprar zapatos de marcas. Hablamos de que este año, por ejemplo, tenemos una carta de un niño que pide leche. Es muy triste que su deseo sea que no le falte leche en el desayuno».
Acerca de Copile
La Asociación de Familias Adoptivas Copile nació «por una problemática concreta», expone la presidenta. Aunque la entidad se fundó en el año 2003, en el 2001 «un grupo de familias nos unimos porque teníamos la asignación de nuestros hijos y nuestras hijas en Rumanía, pero el país decidió cerrar las adopciones», declara Coello. El problema fundamental «estaba en que esos niños y niñas se iban a la calle. El futuro era la muerte», explica Coello.
El grupo de familias afectadas decidió unirse y recoger firmas a nivel nacional». Pilar Coello expone que, «tras ir a Madrid, mandar 3 500 cartas, recorrer sedes políticas y pedir ayuda», salió un memorándum de urgencia en el que el país decidió dejar salir a menores con características especiales o en riesgo. «Decidimos hacer una doble vía para que las familias que estaban en espera pudiesen tener más opciones».
Copile es una asociación «multicolor y, una vez empezamos la lucha, nos dimos cuenta de que no podía quedarse ahí». Para Coello, la Asociación se constituyó como tal porque «se necesitaba fuerza para luchar por las familias y por el futuro de las personas menores. Teníamos que trabajar para que hubiesen la menor cantidad de infantes institucionalizados y, sobre todo, luchar para que se cumpla el derecho de los menores a tener una familia. Es un derecho que les pertenece».
«La solidaridad ha incrementado, pero este año ha habido un pequeño bajón»
Aunque la presidenta de Copile afirma que, a lo largo de estos años, la solidaridad «ha incrementado», en lo que respecta al actual, «ha habido un pequeño bajón, tanto en el voluntariado como a la hora de apadrinar cartas». Desde la Asociación reconocen que cada vez hay más personas con problemas económicos y «es lógico que antes de ayudar a alguien que no conoces ayudes a la persona de al lado».
Pilar Coello recalca que muchas de las asociaciones «están sacando adelante cosas de las que deberían ocuparse los gobiernos e instituciones» y agrega que «una asociación no tendría que ofrecer asistencia psicológica a las familias, por ejemplo. Tampoco dar clases particulares o buscar campamentos de verano». Sin embargo, las asociaciones sin ánimo de lucro «lo hacemos porque sabemos que hay muchas familias que no pueden más».
Cualquier persona que desee participar en el proyecto Ninguna niña ni ningún niño sin Reyes Magos puede ponerse en contacto con Copile a través del correo electrónico: copile.hijosdelcorazon@gmail.com