Fuerteventura prevé acoger a la próxima ciudad cinematográfica en 2022 a escasos 400 metros de las Dunas de Corralejo, concretamente en La Oliva, entre la autovía y el parque natural. Con una extensión de 160 000 metros cuadrados de suelo rústico, contará con el mayor plató de toda Europa, así como instalaciones de producción de cine, anfiteatros, un área de realidad virtual, etc. Todo ello sin dejar atrás un centro de formación en artes audiovisuales capacitado para el disfrute de 400 estudiantes.
La Asociación de Empresarios Turísticos de Fuerteventura (ASOFUER) ha instado a declarar esta iniciativa de interés general, sustentando esta opinión en la posibilidad de un nuevo foco de interés turístico para las Islas, debido también a la buena conexión entre ellas. Además, esta declaración autorizaría al empresariado a beneficiarse de las subvenciones del Fondo de Reactivación Social y Económica, el Plan Next Generation.
Sin embargo, el Cabildo Insular de Fuerteventura ha considerado que la localización escogida no es la adecuada, al encontrarse tan cercana a un espacio autóctono protegido. Los promotores encargados de Dreamland Studios afirman haber escogido como primeras opciones localidades como Adeje, Tenerife o Juan Grande, Gran Canaria, al igual que otras poblaciones majoreras como es el caso de Caleta de Fuste. Pese a ello, no se dieron las circunstancias adecuadas para llevarse a cabo en otros terrenos y aseguran que el suelo se escogió bajo criterios técnicos, medioambientales y de acceso al establecimiento.
El plan, que ya ha obtenido el informe de la Consejería de Ordenación del Territorio y el informe jurídico, ha generado bastante polémica y ha provocado la puesta en marcha de una campaña de recogida de firmas en contra del mismo.
«Una idea de tales magnitudes llevaría a la extinción de especies endémicas, a la destrucción del paisaje y de la propia naturaleza»
Por otro lado, Antonio Hormiga, presidente de ASOFUER, asegura que este impulso dará lugar a un cambio en la economía majorera, ofreciendo alternativas que posibiliten un turismo de calidad. En contraposición, Agonane Ben Magec, perteneciente al colectivo Ecologistas en Acción, recuerda que la administración pública debe defender el bien común y no gestionar proyectos privados a costa de valores rústicos y naturales. De la misma manera lo manifiesta la plataforma ciudadana Salvar El Cotillo, que considera el proyecto de «una aberración a nuestro territorio».
La inversión prevista para Dreamland es de más de 100 millones de euros y se cree que generará aproximadamente 400 puestos de empleo directos y casi 2 000 de forma indirecta. De cumplirse los plazos establecidos y contar con los apoyos necesarios, el plan se llevaría a cabo en el año 2022.
