Twitch es una plataforma de streaming en la que predomina todo lo englobado a los videojuegos y a los e-sports. No obstante, los just chatting, basados en el entretenimiento a través de reacciones, consultorios o música, son a mi parecer cada vez más comunes, y muchas personas se dedican a ello dentro de la comunidad. Esto es debido a que ofrecen una nueva forma que entretiene y hace disfrutar. Y es que todas estas innovaciones han logrado que existan 590 millones de cibernautas registrados y una media de 2,9 millones de viewers en línea diariamente.
Sin duda, el confinamiento ha contribuido en gran medida a que tal nivel de crecimiento sea posible. Haber pasado demasiado periodo en casa, nos llevó a buscar alternativas que nos ayudaran a sobrellevar nuestros momentos libres y desconectar de la rutina de trabajo o estudio. Y ahí estaba Twitch, que supo mantener mi fiabilidad y la de más internautas con el transcurso de los meses, algo que no es nada fácil en una época marcada por modas pasajeras.
Al ser en directo, esta alternativa ofrece la posibilidad de interactuar mientras se realiza la emisión. Se efectúa mediante un chat que permite la comunicación entre streamers y sus viewers, permitiendo elegir los contenidos que se prefieren ver, personalizar emojis, o realizar alguna crítica o sugerencia. Por ello, este modo de diferenciarse de otras plataformas creo que ha sido idónea para llamar la atención y ser del gusto de tanta gente. Y sin ese sencillo detalle no habría sido factible todo lo que ha alcanzado.
Es importante la cuestión de pasar a contar con nuestra propia materia personalizada, cada persona decide qué ver, e incluso por medio de quién. Si algo se ha demostrado en el impulso de las nuevas tecnologías es que nos encanta disponer de una amplia carta de contenidos, y que sobre todo, decidamos en qué momentos consumirlos. Personalmente, pienso que poseer de esta herramienta ha sido otra de las claves que ha llevado a esta red social al éxito.
«Más que un sustituto lo veo como un complemento a YouTube»
La mayoría de youtubers más importantes conservan su cuenta, que sigue obteniendo unos números difíciles de combatir, pero es cierto que han visto en Twitch una serie de ventajas que les hace sentirse más libres y con mayor comodidad. Creo que en gran medida, es a causa de que en YouTube las restricciones son mayores, y por lo tanto, hay que tener mucho más cuidado con lo que se hace o se dice.
Dicho entorno no se basa únicamente en el streaming, pero Twitch sí. Por ello ha atraído a quienes les gusta la realización de grabaciones en tiempo real, aunque sigan subiendo vídeos a donde siempre lo han hecho. En consecuencia, podría decir que en realidad, esta novedosa manera de ejecutar directos no es un sustituto de YouTube, sino que más bien lo veo como un complemento en la creación de contenido.
Como en un gran número de cosas, lo principal es el dinero, los convenios con grandes influencers son un factor determinante a la hora de ver el auge que está teniendo. En cuanto a las facilidades económicas, la monetización es directamente vía suscripciones o donaciones, lo que acarrea a adquirir una mayor cantidad de efectivos al estar en continuo contacto con sus viewers. Esta acción nos dirige a que muchos lo hayamos considerado una ventana de pasatiempo y diversión, ya que sin esos contratos quizás nunca nos hubiésemos fijado en una sencilla aplicación de grabación on live.
