«El mar es parte de mi obra y de mi vida»
Dácil Ridolfi es una educadora ambiental y productora audiovisual canaria, cuya pasión por la naturaleza la ha llevado a convertir su vida en un puente entre el arte y la conservación. Nació en Tenerife, pero a partir de los tres años se fue a vivir a El Hierro, donde pasó toda su infancia. Cuando creció se fue a descubrir mundo por varios sitios como Bali, Panamá y Marruecos, entre otros. Pero actualmente se encuentra en su tierra, donde tiene una gran conexión con la isla herreña. Su gran pasión es pintar y fotografiar todo lo relacionado con el medioambiente. «Desde pequeña estuve conectada con el océano y la naturaleza, a parte mi padre tenía una cámara fotográfica y por eso empecé a interesarme también por el mundo audiovisual», comenta Ridolfi.
Comenzó a pintar temas ambientales hace unos quince años aproximadamente y hace apenas dos años, dio el salto a la fotografía, especialmente submarina. El arte es una forma de transmitir emociones y generar conciencia a las personas, Ridolfi comenta que al combinarlo con la educación ambiental hace que el mensaje llegue mejor al público. «Me gusta mucho reflejar en mis obras los ecosistemas ya que esta isla me da paz, sobre todo en la zona de la cumbre», confiesa Ridolfi. A parte, el mar ocupa un lugar central en su vida y en su obra. Le fascina capturar la vida marina, revelando la belleza oculta bajo la superficie, donde abundan los colores y las especies que muchas veces pasan desapercibidas.
«Estar en el mar observando sus especies es una sensación grata»
En 2024, decidió combinar arte y apnea en el concurso regional Cazafotosub, donde, en menos de cinco horas, debía capturar el máximo de fotografías instantáneas de peces con la máxima calidad. «Fue intenso porque nunca había estado en un concurso de fotografía de apnea», afirma Ridolfi. Aunque fue su primer certamen de este tipo, sus imágenes fueron un éxito y pudo venderlas en la Feria del Arte de El Hierro, evento en el que ha participado durante dos años consecutivos con sus pinturas y fotografías. «Al no tener ninguna marca, creo mis obras de lo que lo que me va apeteciendo y de lo que quiero divulgar en ese momento». Este 2025, se va a celebrar la Bajada de la Virgen de los Reyes, después de 8 años sin poder hacerse. Por ello, va a haber otra feria artística donde va a participar y quiere enfocarla a los diferentes caminos que se recorren durante esta gran festividad herreña.

Gracias a su implicación con el medioambiente, Dácil colabora con científicas como Patricia Arranz y Natacha Aguilar en el proyecto CETOCAN, perteneciente a la Universidad de La Laguna. En este proyecto investigan cinco especies de cetáceos y varias de ellas se encuentran en la Isla de El Hierro como los calderones y zifios de Cuvier y Blainville. Cada año hacen campañas en diferentes zonas de Canarias, las veces que han ido a la Isla del Meridiano, Dácil ha participado documentando gráficamente a estas especies y ayudando en la toma de muestras de ADN mediante el análisis de los soplos en la superficie marina, para detectar el comportamiento de cada animal.
Además de su vertiente artística y ambiental, Dácil Ridolfi ha canalizado su creatividad como autónoma en proyectos comunitarios con un fuerte componente social. Uno de los más destacados es su participación en ´La Frontera Activa, Creando pueblo´, una iniciativa liderada por el artista Alexis W en el municipio de La Frontera. Esta propuesta busca mejorar la estética urbana y fortalecer la cohesión vecinal mediante intervenciones artísticas en espacios públicos. «Se trata de un producto que se le aplica al cemento y lo convierte en colores ocre, con el fin de crear una identidad y de recuperar el sentimiento de que el cuidado de nuestro patrimonio y calles depende de nosotros», explicó Dácil.
Actualmente, está trabajando en el Aula de la Naturaleza, en el municipio de El Pinar, donde realiza actividades educativas con escolares de la isla. Allí, transmite su amor por la flora y fauna local, fomentando la conexión de los más pequeños con su entorno natural.

Aunque ha dejado temporalmente el arte en un segundo plano, sigue muy activa y motivada con otras pasiones como el ciclismo, el surf, y disciplinas relacionadas con la fotografía submarina como Cazafotosub y Fotosub junto a Juan Ramón Marcelino. De hecho, está realizando un curso AIDA como asistente de instructor, ampliando así sus conocimientos y habilidades en el entorno marino. Sin embargo, el arte sigue presente en sus planes de futuro. «Tengo muchas ideas, me gustaría seguir haciendo arte de concienciación y aprovechar fotografías y vídeos para hacer algún cortometraje», comenta.
Con su visión holística y compromiso con la naturaleza y la comunidad, Dácil Ridolfi representa una nueva generación de artistas que van más allá de lo estético, apostando por la transformación social y ambiental desde lo local.