Para Tirado llegar a las Islas Canarias supuso un antes y un después en su vida y en el fútbol. Foto: PULL

Constantino Tirado: «El fútbol de Canarias tiene un talento diferente, especial»

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Constantino Tirado Balaguer entrena al Regional B del CD Marino. Su trabajo le ha hecho escalar en todas las categorías y formar a un sinfín de jugadores blanquiazules. Llegó a Lanzarote por un problema familiar y mientras lidiaba con la situación, continuó con su carrera deportiva. La idea era seguir jugando, aunque se atrevió a dar sus primeros pasos como entrenador. Convivió en los dos ámbitos del fútbol para, unos años después, conseguir los títulos pertinentes y ejercer como técnico a todos los efectos.

¿Qué significa para usted el fútbol? «Lo es todo. Me vine a Lanzarote por el fallecimiento del marido de una hermana mía, cogí la excedencia en mi trabajo y me vine a las Islas. Empece a jugar en el CD Tinajo, equipo del pueblo donde ella residía. El motivo por el que llegue a Canarias era cuidar a mi sobrino, como tenía tiempo libre, decidí meterme en cursillos de entrenador. Me hice cargo de la coordinación del Tinajo y escalé por todas sus categorías. Después, conseguí sacarme el nivel 3 de entrenador. El fútbol en la Península no significaba nada y en Canarias pasó a ser todo. Formarme como entrenador y a su vez entrenar a niños me hizo en algún punto pasar cierta penuria, pero puedo decir que hoy en día esta es mi única profesión”

¿Es Canarias la fábrica de talento de España? «No, yo diría más bien que en Canarias hay un talento especial. En las Islas estamos acostumbrados al futbolista jugón y creativo. Ha salido Pedrito, Silva, Valerón, ahora sale Pedri… aún así, la competición del fútbol canario tiene que dar un salto, el fútbol moderno se ha vuelto más atlético y aquí aún hay esa etiqueta de ser un fútbol exclusivo para jugones. ¿Cuántos defensas ha sacado el fútbol de las Islas? Pocos, lo normal es ver jugadores del centro del campo para arriba. Hay que seguir dando pasos por ser cada día más completos.

Hace unos años, Pedri militó en el CF Reale Juventud Laguna. ¿Cuándo vio a ese joven esperaba todo lo que ha conseguido? «No, no me esperaba esta explosión. Se veía un jugador bueno, pero claro, ser titular en el Barcelona y la Selección Española es algo de otra magnitud. En Las Palmas supieron ver su calidad. Contra el Tenerife fue en ambos partidos el mejor y no lo ficharon. Otro futbolista que se les escapaba de su zona de acción. Pepe Mel, primer entrenador de Las Palmas en aquellos años, fue el que apostó por él. Después llegó al Barcelona, a la Selección, y juega. Encima gana el premio al jugador joven de la Eurocopa. No pierde un balón, tiene picardía para robar, hace que el juego coja velocidad… es un fuera de serie»

«Para llegar al máximo del nivel de un futbolista, dos cosas no se pueden negociar: sacrificio diario y constancia»


¿Cuál es la mejor forma de trabajar a un futbolista? «Cada jugador va a jugar en la categoría que le permita su nivel. Yo por mucho que entrene a un jugador con capacidad para jugar en Tercera división, no le voy a hacer llegar a Segunda B. Para alcanzar el máximo nivel de un futbolista, dos cosas se le tienen que pedir: sacrificio diario y constancia. Mis equipos trabajan cuatro o cinco días semanales. Si yo entreno con esa frecuencia y un equipo rival entrena tres de cada 7 días, cada tres semanas le saco al equipo rival una diferencia de seis sesiones. Los jugadores que no fallen van a estar como un avión. Hay también un punto importante en la mentalidad. Eso no está en la mano del entrenador, puedes incentivarlo, pero para ser un depredador hay que nacer con ello”.

¿Qué se tiene que esperar el espectador que se siente en la grada a ver a uno de sus equipos y cuál es su sello distintivo? «Agresividad e intensidad. Mis equipos son muy reconocibles, los entrenadores de Tenerife ya saben que van a tener que estar 90 minutos metidos en el partido para poder ganarnos. Agresividad entendida en términos de presionar hacía delante y no como fuerza desmedida. Mis equipos van a buscar al rival, a encontrarle las cosquillas de tres cuartos del campo para arriba».

¿Es el físico más importante que la calidad? «En el fútbol moderno todos tienen que remar hacía el mismo lugar. En el fútbol de hoy en día el futbolista tiene que tener un compendio de todo. Se requiere de más físico y más táctica. El jugador de ahora es más parecido a un jugador de Rugby que a un futbolista de antes. La verdad que da pena llegar a dejar tan de lado la calidad individual. Con el fútbol que se nos avecina, se pierde al extremo encarador y al futbolista espontáneo. Guardiola se deja siempre el dinero en las bandas y Bielsa decía que lo mejor para desbordar es un regate. Los entrenadores estamos encorsetando al jugador».

«Estoy formando jugadores de mi propia mano para en un futuro ascender al primer equipo a 2ª RFEF»


Quitando a Messi, Iniesta, Xavi, Cristiano y esos fuera de series, ¿quién ha sido el futbolista que más ha disfrutado? «El que más he disfrutado de siempre ha sido Zidane, pero ese es otro fuera de serie. Te voy a dar otros nombres: Schuster, Paul Gascoigne, Lothar Matthäus… como yo jugué de centrocampista, me fijaba en ellos».

¿Es el CD Marino el mayor proyecto de su vida? «Sí, de mi vida futbolística, sin duda. Aunque todavía no he encauzado la idea que tengo en la cabeza. Mi ambición es llegar al equipo de Tercera RFEF con jugadores formad0s de mi mano y poder ascender un día a 2ª RFEF. El Marino, junto con el CD Tenerife, es la institución deportiva con mejor estructura deportiva de la Isla. Falta un poco más para poder profesionalizarnos, pero estamos dando pasos en concordancia. Desde que llegó el presidente se han hecho muchos cambios en este club. Se están viendo resultados».

¿Ves una mejora en las habilidades de los futbolistas actuales en consideración con los de antaño? «Antes técnicamente el jugador era mejor, una inmensa cantidad de los futbolistas de antes eran ambidiestros.. El único juego que había era el balón, salías al recreo y jugabas, después del colegio, más fútbol… era nuestra única distracción. Los niños de ahora entrenan dos o tres veces por semana y juegan el partido del sábado. Encima se ha expandido esta corriente de entrenador que te llena el césped de conos y escaleras. En mis entrenamientos, doy un balón por persona desde el minuto uno. El trabajo físico lo dejo en un segundo plano».

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