La mayoría de asociaciones no tienen lugar físico para recibir a los felinos. Foto: PULL

Ashley Yánez: «El dolor que ves en el animal es también tu dolor»

Sociedad

Ashley Yánez es una amante de los animales, en especial de los gatos. Durante un periodo largo de tiempo se dedicó a trabajar para el turismo. En la actualidad se dedica a cuidar de los felinos a domicilio y a ofrecerles la atención que necesitan mientras sus dueños están fuera de casa. Compagina esta actividad con su asociación Siete Almas, un emprendimiento que dirige sola en el sur de Tenerife sin ningún tipo de ayuda por parte de las instituciones.

¿En qué momento se dio cuenta de que esta era su pasión?«En el 2020, justo unos meses antes de la pandemia. Una compañera de trabajo me habló de una gatita que sufría maltrato por parte de los clientes de un hotel. Se desplazaba por las inmediaciones de la piscina y le lanzaban refresco».

¿De qué forma le afectan los casos que acoge? «Por desgracia, me afecta muchísimo. Intento ponerme una coraza pero indudablemente, cuando rescatas, el dolor que ves en el animal es también tu dolor. Es difícil desconectar. El insomnio, la taquicardia y la urticaria forman parte de mi día a día. Hay gatos que están muertos en vida y esos casos duelen mucho».

Utiliza una plataforma que se llama Teaming. ¿Cómo funciona y en qué consiste? «Es una forma muy accesible de colaborar si tienes pocos recursos. Simplemente accedes a la web y en el buscador escribes Siete Almas. De manera rápida y sencilla estarás colaborando con una micro donación de un euro todos los meses. Parece poco pero es bastante, con ese dinero alimentamos, esterilizamos y hospitalizamos a los gatos de la calle que se encuentran en situación de desamparo».

«Algo en su mirada me dice que quiere vivir»


¿Cuál es el caso que más le costó sobrellevar hasta ahora y por qué? «La situación de Alma y Brisa sin duda, fue la que me dio el impulso. El día de mi cumpleaños tuve que acogerlas porque su dueña me advirtió que de no hacerlo, ella misma los dejaría en la acera. Una de las gatas estaba realmente mal, nuestra veterinaria valoraba aplicarle la eutanasia pero quiso intentarlo unas horas más. Sus palabras textuales fueron: «Algo en su mirada me dice que quiere vivir». Y así fue. Hoy está viva y es por ella que esta asociación lleva su nombre».

Si nos encontramos con un gato que necesita ayuda, ¿cómo debemos actuar? «Primero llamar al ayuntamiento en el que te encuentras y describirles la situación. En caso de no darte una solución, llamar al 112. Si por ninguna de esa vías obtienes ayuda, recoge al gato y llévalo al veterinario. Contacta con una protectora para que te aconseje sobre como proceder y obtener precios razonables. Darles una pequeña habitación por unos días hasta su recuperación o bien servir como casa de acogida hasta que alguien quiera adoptarlo. Lo que no se debe hacer jamás es cargar el peso de cada gato que la gente se encuentra sobre terceras personas».

«Los gatos no son felices en la calle»


¿Qué gatos tiene actualmente en adopción? «Hay adultos y bebés. Todos se adoptan de manera responsable, con contrato y seguimiento. Además, no damos en adopción ningún gato que salga al exterior. Hay muchas opciones para proteger ventanas, puertas, terrazas, balcones… y así velar por su seguridad. Vienen de la calle y se rescatan, precisamente, para que no vuelvan a ella. Los gatos no son felices en la calle. Pensar eso es un error garrafal».

¿Cuáles son los requisitos para adoptar? «Casa protegida frente a escapes. Es necesario que nos envíen fotos y videos de estas salidas al exterior para poder ayudarte a buscar soluciones y un contrato de adopción. En el acuerdo se indica cómo proceder mientras esta en pre-adopción. La persona que acoge al felino cubrirá los gastos veterinarios básicos, se beneficiará de un bono con precios de protectora. Dentro del contrato se incluye: chip, test, dos vacunas, esterilización y desparasitación».

Estudiante de Periodismo y amante de la comunicación y las redes sociales. Trato de dar un poco de visibilidad a temas de salud mental en un mundo donde ser vulnerable es ser débil.