Las quesadillas son un dulce típico de la isla de El Hierro, en sus comienzos era un postre casero que la población hacía tradicionalmente gracias a su ingrediente principal, el queso herreño, una mezcla de leche de cabra, vaca y oveja. Existen varias marcas de esta comida actualmente entre ellas está la famosa fábrica de Adrián Gutiérrez, reconocida por ser una de las pioneras en la Isla, también podemos encontrar: la Herreña (Frontera), Quesadillas Guarazoca (Norte de la Isla), Torres (Isora), La Abuela de El Hierro (Frontera).
La historia de este negocio familiar comienza con Isabel y Aniceto Valderrama quienes elaboraron el proyecto de las quesadillas, pero fue su hijo, Adrián Gutiérrez, el fundador en el año 1900, por lo que se convirtió en un legado familiar y años después dos de sus tres hijas continuaron con la tradición. El equipo de trabajo está conformado por cinco personas: «Un hornero y Eleazar, Juan Luis, Yurena y Ariday, nosotros nos encargamos de organizar la distribución y ellos se encargan de hacerlas», comenta Isabel Morales, nieta de Adrián, quien junto a su hermano también forman parte del equipo.
A pocos días de la Bajada de la Virgen de los Reyes, la fábrica de Adrián Gutiérrez comienza a producir lo máximo posible, sin embargo, tienen límites ya que al ser un horno de leña no pueden elaborar todo lo que quisieran. «Nuestra época fuerte son las vacaciones como semana santa, carnavales y fechas festivas, pero en la bajada la gente que viene se duplica», explica Morales. Asimismo, destaca que: «Tenemos que estar preparados e intentamos hacer lo máximo posible, pero no se puede atender a toda la gente, ya que para fabricar tenemos que adaptarnos al único horno que tenemos, entonces, se pueden hacer las quesadillas el día que este nos permita».

Los ingredientes para elaborar este postre son: harina, huevo, azúcar, queso herreño, limón de la isla, canela y anís. Aunque se especializan en las quesadillas, en momentos donde hay menos producción de estas, también venden almendrados, mazapanes y rosquetes, todo depende de la época en donde se encuentren.
La receta de esta marca sigue siendo la misma de cuando se inauguró, sin ningún cambio, algo que es complicado porque la quesadilla es un dulce que dependiendo de muchos factores puede quedar diferente como la cantidad de los ingredientes o la producción. Isabel aclaró que: «Tenemos a un chico que está con nosotros desde hace años y es el encargado de hacer la pasta y la masa de la quesadilla, todos saben la receta y el proceso de la elaboración, pero él le da el toque».
«Seguimos esforzándonos cada día para seguir la misma línea que hemos tenido»
Yurena Casañas quien forma parte del grupo de trabajo destaca que: «La comunidad herreña siempre ha apoyado y defendido esta fábrica porque es una de las primeras que se ha mantenido a lo largo de la historia, no ha tenido en ningún momento un paro. A muchos turistas les encanta venir».
«El trabajo artesanal siempre es un trabajo laborioso y cuesta más que lo industrial, por mucho que quieras, la industria siempre incorpora muchas maquinaria para tener más rapidez. Esta fábrica ha mantenido su producción de manera artesanal y se siguen conservando las costumbres que se tenían antes, porque hay cosas que aunque tú quisieras no las puede hacer una máquina», comenta Casañas.

Para finalizar su intervención Yurena Casañas cuenta que: «En cuanto al tema de la distribución, el público puede comprar las quesadillas y también se las llevamos a los supermercados en días específicos a la semana que pueden variar dependiendo de la producción que tengamos o el momento porque, por ejemplo, en agosto viene mucha gente y claro no le puedes negar la venta a las personas que vienen a la tienda por llevarla a otros establecimientos».
Para el futuro de la empresa se espera mantener todo como se ha logrado hasta ahora. «Que la gente se quede con el sabor de nuestra quesadilla, que nos recuerde y ser algo significativo para las otras Islas», concluye Morales.
El postre típico de El Hierro ha tenido exposición en ferias de otras Islas de Canarias como, «Pinolere» en el parque García Sanabria, Santa Cruz de Tenerife u otros lugares como Fuerteventura y Gran Canaria. El principal problema para abarcar más sitios es la duración de la quesadilla de cómo máximo una semana, ya que no tiene conservantes ni algún de tipo de adictivos, lo que garantiza su calidad.










