El Festival Internacional Canarias Artes Escénicas celebró el pasado jueves, 20 de abril, una de las últimas exhibiciones de Romeo & Juliet. En ella, mas de 300 estudiantes de los IES del norte de la Isla asistieron al Teatro Cine Fajardo, en Icod de los Vinos. Durante casi una hora y cuarto, el legado de dramaturgo inglés logró cobrar vida para las personas allí presentes. Sobre el escenario, se disfrutó de un espectáculo dónde elementos de la lírica antigua se convirtieron en un deleite para los sentidos de un público moderno y exigente.
La representación teatral en esta ocasión consta de un solo actor, Jorge Padín. La productora Ultramarinos de Lucas, con la que Jorge lleva 27 años, aprovechó desde sus inicios la que consideró una oportunidad para alcanzar el éxito. Y es que contar con un reducido elenco, según relata el director, Juan Berzal, «provocó que la imaginación se convirtiera en la protagonista del encuentro».
La polivalencia, al igual que la velocidad, es una de las características que más pueden llegar a sorprender del actor de la obra. Sin embargo, la simbología yace en las piezas clave de la dramaturgia, un reducido atrezo y vestimenta son prueba de ello. «El espectador construye un mundo en su cabeza de la mano del actor», relata Berzal.
«La obra es puro teatro de títeres»
El protagonismo que llega a alcanzar las manos en la historia da respuesta a la excepción de no contar con reparto suficiente. Esta situación llevó a que Ultramarinos de Lucas viera en este símbolo, un hilo conductor que ya se hallaba presente en la versión original de la obra
Juan Berzal comenta que es dicho elemento el que provoca un mayor desarrollo imaginativo en la mente del público, en especial de la gente joven, los cuales considera que “están acostumbrados a lo explícito”. Los componentes de la compañía inciden también en la participación activa del público. «La obra es puro teatro de títeres», afirma Berzal.
«Todos tenemos diferentes personajes en nuestra vida»
Jorge Padín lleva toda su vida jugando encima del escenario. La que es su filosofía de vida, también es una de las claves que le ayudan a ser multitud de personajes al mismo tiempo. «Cambio de personaje al igual que un niño», confiesa. El actor no duda en afirmar que todos tenemos diferentes personajes en nuestra vida, y que además para descubrirlos «hay que dejarse llevar, desinhibirse y desaprender».
Padín afirma que Romeo & Juliet, es una obra con la que los adolescentes van a sentirse identificados. «Podrán hacer suya la historia de amor «, relata. Comenta que la puesta en escena está pensada para que la gente entre en su juego y también en la guerra. «Shakespeare lo tiene todo», concluye.